Visitar la primera Feria Nacional de Proyectos Culturales que se realiza en el Palacio de Bellas Artes realmente inspira, porque te hace ver la cultura desde otro punto de vista, el de la inclusión social.
Santo Domingo.- Es inspirador ver como hombres y mujeres laboriosos se integran en un mismo escenario para exponer creaciones en las que han invertido tiempo, esfuerzo y mucha dedicación; y como niños y jóvenes suben a tarima para exhibir al público el resultado de horas de ensayo y prácticas, con el fin de entregar en escena lo mejor de sí mismos, definitivamente, es una prueba de que el Estado, a través del Ministerio de Cultura, está haciendo una apuesta firme y decidida al talento local.
La presentación en la tarima ubicada en la Galería de Bellas Artes del proyecto musical “La música como medio de inclusión social” y los trabajos del artesano dominicano Oriolys Ramírez con su proyecto “Integración de Jóvenes Artesanos al Desarrollo Comunitario”, son una muestra de la trascendencia que ha tenido la ejecución de la Convocatoria Nacional de Proyectos Culturales en todo el territorio nacional.
Estos proyectos se exhiben en la primera Feria Nacional de Proyectos Culturales, la cual culmina el domingo 7 de agosto y el escenario escogido para su realización es una de las edificaciones culturales más emblemáticas de la República Dominicana, el Palacio de Bellas Artes.
Aprender a tocar el instrumento de tus sueños
Daniel Montero, de 19 años, uno de los tantos jóvenes talentosos provenientes de uno de los barrios populosos de Santo Domingo, siempre soñó con ser músico. Hoy, al pertenecer al proyecto musical aprobado en la Primera Convocatoria Nacional de Proyectos Culturales “La música como medio de inclusión social”, como violinista que ofrece conciertos en espacios públicos del país, confiesa sentirse “cien veces más feliz” de lo que antes era, pues lo que por muchos años anheló, ya no es una quimera.
Luisa Jorge, gestora cultural y psicóloga especialista en músico terapia, quien es la ideóloga de este programa, manifestó que la Convocatoria Nacional de Proyectos Culturales ha dado un espaldarazo a este proyecto que impacta a diez sectores empobrecidos de la Capital, entre éstos, La Victoria, Guaricamos, de Villa Mella; Sabana Perdida, Los Mameyes, Los Frailes, El Almirante y barrios aledaños a La Feria, en el Distrito Nacional.
En dichas barriadas, un total de 1,600 jóvenes hoy forman parte de esta iniciativa, recibiendo clases, dos veces a la semana, de alfabetización musical. 1,200 se han sumado luego de ser aprobado este proyecto por el Ministerio de Cultura, ya que con el financiamiento otorgado por el Estado se ha fortalecido este programa musical que se viene realizando con el respaldo de la Fundación Filarmonía, y Fe y Alegría.
Con los fondos entregados se han adquirido nuevos instrumentos y se pudo lograr la conformación de una espectacular orquesta que hoy integran 68 nóveles artistas, quienes tocan diversos instrumentos musicales en plazas comerciales y en el Palacio de Bellas Artes, siendo este último escenario donde tuvieron una presentación en el día de ayer.
“Gracias a la Convocatoria Nacional de Proyectos Culturales del Ministerio de Cultura, nuestra iniciativa se ha fortalecido y se ha convertido en una alternativa para el desarrollo cultural de la juventud dominicana en las zonas vulnerables de la capital”, indicó Jorge.
“Cuando se quiere, se puede”
El caso artesano y educador Oriolys Ramírez nos revela que a, través del arte, se puede educar, y que con un simple pedazo de madera se puede fomentar el desarrollo intelectual. Su proyecto denominado “Integración de Jóvenes Artesanos al Desarrollo Comunitario”, fue aprobado en la Segunda Convocatoria Nacional de Proyectos Culturales y hoy muestra sus frutos en el recinto ferial.
Ramírez narra que desde niño sintió gran interés por el arte y la cultura, lo que le llevó a insertarse en este mundo creativo desde temprana edad. En sus años de juventud participó en Puerto Plata en un proyecto destinado a promover la formación en el ámbito de la joyería, en conjunto con instituciones de la provincia.
Dicha iniciativa no produjo grandes resultados, pero le abrió las puertas para dedicarse al oficio que hoy le ocupa, la fabricación de artículos de madera cuyo fin no es solo decorativo, sino también didáctico.
Se trata de piezas como rompecabezas del mapa de la República Dominicana, una forma entretenida de conocer la ubicación de las provincias del país; además, dados y ábacos para multiplicar en tiempo récord, y hasta botas de madera con las que los infantes pueden aprenden a atar los cordones de sus zapatos, entre otras.
Ramírez aseguró que, gracias a la Convocatoria Nacional de Proyectos Culturales, ha podido transmitir sus conocimientos a más de 30 jóvenes, quienes también se han insertado en el mundo empresarial, específicamente en el área artesanal.
“Esto ha sido tan beneficioso para ellos (los estudiantes), que uno de mis alumnos ya instaló su pequeña fábrica de alcancías de madera, mientras que otros venden sus propias piezas y trabajan conmigo en la producción que hacemos para las diferentes ferias en las que participamos con nuestros productos”, indicó el artesano.
Consciente de la importancia de fomentar el arte didáctico, Ramírez imparte talleres en escuelas y liceos, para que tanto maestros como los alumnos puedan aumentar sus conocimientos en áreas como las matemáticas, la geografía y la gramática, a la vez que conozcan una alternativa divertida y muy artística de aprender y enseñar.
“Yo fui maestro de inglés, pero mi pasión siempre fue la artesanía. El poder conjugar ambas cosas, el magisterio y la artesanía, para el beneficio colectivo, gracias al apoyo del Ministerio de Cultura, me demuestra que cuando se quiere, se puede”, puntualizó Ramírez.