¿Qué aporta
al cine criollo la disputa pública entre el director Alfonso Rodríguez y el
actor y comediante Fausto Mata? Desde
cualquier punto de vista, nada, que no sea proyectar una imagen negativa de un
negocio en cierne.
El cine
dominicano, privilegiado por una ley muy auspiciosa, requiere de seriedad y
prudencia entre quienes participan en el mismo con fines de negocios.
Armar un
alboroto público, o permitir que se arme, como el que han protagonizado en
estos días Fausto Mata y Alfonso Rodríguez es enviar un mensaje nada auspicioso
para el futuro del cine dominicano.
Muchos de
los que producen películas se quejan y asumen posiciones ofensivas desde que
cualquier crítico de cine le cuestiona sus producciones y alegan que no deben
hacerlo porque es una industria que apenas comienza.
Resulta, sin
embargo, que nada peor le puede pasar al cine que la reyerta pública del
director Rodríguez y el actor Mata, director y actor de “Feo de Día y Lindo de
Noche”, porque este tipo de actitudes siembra dudas y desconfianza en ese
sector.
Y quien más
debe cuidar el espacio ganado por el cine es Alfonso Rodríguez, quien ha sido
un pionero de lo que se ha logrado en el cine dominicano; ha sido el director
más exitoso, hasta ahora, y por demás, dirige, tengo entendido, la asociación
de agrupa a los productores de cine de República Dominicana.
Si como dice
Fausto Mata tiene un compromiso de palabras con él, que sospecho es económico, debe
cumplirlo, o sentarse a dialogar con él y evitar el espectáculo de mal gusto
que mantienen, aunque sea muy bueno como chisme de farándula.
Además de
todos sus aportes en el cine, Rodríguez debiera controlar un poco sus impulsos,
pues ya tiene esa imagen de personaje que por cualquier quítame esta paja le da
una “pela de lengua” pública a cualquiera, y si fuera necesario hasta lo
desafía a pelear, lo que no encaja con la persona emprendedora y trabajadora
que es.
El cine
requiere de la mayor confianza entre todos aquellos que intervienen en esa
industria, y si desde ya comienzan las denuncias de incumplimientos financieros
y estas se lleva los medios, los inversores podrían pensar en que no vale la
pena invertir en una producción cinematográfica para luego ver un triste
espectáculo como el de Rodríguez y Mata.