Benedicto XVI ha abandonado el Vaticano este jueves 28 de febrero, haciendo
efectiva su renuncia como Papa, y llegó a Castel Gandolfo, al sureste de Roma,
donde se alojará.
El renunciante se trasladó en un helicóptero desde el vaticano hasta el
palacio apostalístico y allí aterrizo en el helipuerto. Quien en lo adelante
será su santidad, fue
recibido por el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato del
Vaticano, ente que gestiona el pequeño estado, y el arzobispo Giuseppe Sciacca,
secretario del Governatorato.
Un reporta de Prensa Latina desde Roma se indica que desde el balcón del Castel Gandolfo el Obispo de
Roma realizó su último acto público, al saludar a los miles de fieles reunidos
en la plaza homónima para darles un último adiós.
Con todo mi corazón les doy la bendición, seguimos
trabajando juntos por el bien del señor y por el bien de la Iglesia, expresó a
los vecinos de pueblo y a devotos venidos de toda Italia y del extranjero.
Ya no soy el pontífice, sino un peregrino más,
manifestó el primer Vicario de Cristo en renunciar en los últimos 600 años a
los seguidores que aún después de su retirada continuaron congregados como
muestra de respeto y conmoción.
Según precisó Saverio Petrillo, director de las
Villas Pontificias, Benedicto XVI vivirá durante unos dos meses en el
apartamento que siempre ha ocupado, hasta el fin de la restauración del
monasterio de monjas de clausura ubicado dentro del Vaticano donde residirá
definitivamente.
Como Camarlengo, corresponderá a Tarcisio Bertone
dirigir los asuntos de la Iglesia a partir del momento en que se haga efectiva
la renuncia de Benedicto XVI como papa a las 20:00 hora local (19:00 GMT),
momento en que iniciará la sede vacante hasta la elección de su sucesor.
Desde el inicio ese período, durante el cual el Colegio
Cardenalicio deberá elegir al próximo Obispo de Roma, Benedicto XVI recibirá el
título de Papa Emérito o Romano Pontífice Emérito y vestirá con sotana blanca
simple.
Por su parte, el anillo del Pescador será anulado,
es decir, rasgado con una raya o una cruz con el fin de que quede inutilizable,
y el Vaticano cerrará la cuenta de Twitter @Pontifex, al menos hasta que se
elija a un sucesor.
Gracias por vuestro amor y cercanía. Que
experimentéis siempre la alegría de tener a Cristo como el centro de vuestra
vida, escribió en su último tuit, pocos minutos después de abandonar el
Vaticano en helicóptero.
En pocos días, 117 purpurados con derecho al voto
(por tener menos de 80 años) deberán escoger en cónclave dentro de la Capilla
Sixtina al nuevo Sumo Pontífice, para lo que deberá contarse con una mayoría de
dos tercios.
28 DE FEBRERO 2013