La diplomacia requiere cautela y rigor y el presidente venezolano Hugo Chávez ni el de Mexico Vicente Fox se han caracterizado por esas cualidades en sus respectivos mandatos, segun se desprende de este artículos publicados por el Universal Online de México. MÉXICO. El retiro del embajador de Venezuela en México, Wladimir Villegas, y su homólogo Enrique Loaeza no significa el rompimiento de relaciones diplomáticas, "este hecho quiere decir que ahora las relaciones entre ambos países se llevarán a un vivel más bajo porque sufren una crisis de comprensión y de interpretación". De acuerdo con Dejan Mihailovic, investigador del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, ni Vicente Fox ni Hugo Chávez se han caracterizado por su potencial o talento diplomático. Para el analista, hay que darle su justa dimensión a este hecho, las diferencias entre los mandatarios se iniciaron por la pluralidad de opciones en cuanto a la integración regional. Fox defendió la postura norteamericana de expandir o promover el ALCA al estilo del TLC con América del Norte y que esto puede causar imprevistos en el resto del continente, dijo Mihailovic en entrevista para EL UNIVERSAL online. "No hay que sobredimensionar este incidente y no hay que ir detrás de ese intercambio poco afortunado de palabrotas, sino hay que buscar el fondo del conflicto que tiene que ver no con el futuro de estos dos países sino de toda la región". El retiro de los embajadores en ambos países es el antecedente al rompimiento de las relaciones diplomáticas y esto provocaría un deterioro y traería consecuencias inmediatas a corto y mediano plazo, apuntó el analista. El respeto y tolerancia a nivel local e internacional deberían ser los principales principios democráticos fundamentales para asegurar una convivencia pacífica entre países y pueblos. La merma en las relaciones entre estos dos países hermanos repercute no sólo en cada una de estas naciones sino en toda América Latina por la importancia que representa cada uno. Para Dejan Mihailovic, en este sexenio se han registrado algunos roces diplomáticos y el caso más reciente se trata de Cuba y Argentina, sin embargo, los jefes de Estado y su grupo de asesores deberían de esforzarse para resolver con energía y predisposición este tipo de conflictos porque los más perjudicados son los pueblos y los proyectos que están en espera de poder ser concretados.