Caracas – Bajo un cielo despejado, sin amenaza de aguaceros, Ricky Martin se reencontró con los venezolanos en el Caracas Pop Festival luego de siete años sin visitar la ciudad. El espectáculo convocó a 30 mil personas en la primera jornada de tres conciertos distintos en el estadio de fútbol de la Universidad Central de Venezuela.A las 10:04 p.m., el boricua apareció en tarima cantando 'Till I Get You, seguida de Qué más da (I Don't Care) y This Is Good. El inicio con temas de su reciente disco, Life, no generó mucho entusiasmo. Un holograma digital conformado por cuatro pantallas gigantes, dispuestas al fondo del escenario, fue el elemento más impactante del show. Imágenes orientales, de geishas, animé japonés o fractales y luces multicolores variaban según la música de fondo.Un mahón desgastado, una chaqueta y chaleco negros, y sweater gris fue el primer atuendo de los más de nueve que lució Martin."Buenas noches, Caracas. Estamos listos para soñar, para cantar, para bailar", expresó antes de interpretar Bella. Al cantar Livin' la vida loca despertó gritos de euforia que se aplacaron cuando la audiencia se percató de que era la versión en inglés. Ricky siguió presentando su nuevo repertorio con I am, canción en la que dejó ver sus habilidades al bailar capoeira (danza típica de Brasil). Además de esas acrobacias demostró su talento al ejecutar la caja flamenca (instrumento de percusión) en un arreglo especial de Jaleo.Los constantes movimientos de cadera y sensuales gestos, provocaron delirio en sus fanáticas.Después de las variadas tendencias musicales con las que Ricky experimenta a lo largo de su presentación, el público escuchó sonidos familiares: María, Fuego contra fuego, Si tú te vas, Tal vez, Lola, Lola… "¿Cómo la están pasando? Porque aquí en el escenario la estamos pasando de pu… madre. Esto está brutal, como decimos en casa", dijo y continuó con un popurrí de Perdido sin ti, El amor de mi vida, Te extraño, te olvido, te amo.Después, La bomba y Por arriba, por abajo fueron de las pocas coreadas."Este festival es algo muy importante. Festivales como éste nos ayudan a olvidarnos de nuestros problemas y nos hacen ver las similitudes de las culturas. Tenemos un solo mundo y es la música la que nos une. Voy a hacer algo parecido en Puerto Rico… Sí, buena idea", manifestó entusiasta Martin, quien contó entre la audiencia con los integrantes de la banda The Black Eyed Peas.La Copa de la vida marcó el falso final, en el que el boricua salió de escena bajo una lluvia de confeti.Los asistentes pedían al unísono "Vuelve, vuelve" y, en breve, Ricky salió vestido con mahón y franela roja, para cantar ese tema de Franco de Vita. De pronto, en la segunda estrofa del tema, el venezolano (quien actuó solo previamente), lo acompañó y a dúo terminaron la canción, lo que estremeció a la concurrencia."¡El maestro Franco de Vita!", exclamó Martin."Quiero darle las gracias a Ricky por estar esta noche en mi país con su equipo. Gracias por llevar mis canciones por todo el mundo", respondió De Vita.Para despedirse, Ricky cantó Drop it On Me y agradeció a "los increíbles músicos", dirigidos por su compatriota Arturo Ortiz.A medianoche, con aplausos y fuegos artificiales, Caracas le dio el adiós a la gira mudial "Una noche con Ricky Martin", que proseguirá en El Salvador y terminará en Puerto Rico el 12 de diciembre. Tras bastidores, los directivos de Sony-BMG le entregaron al vocalista un disco de Platino por las ventas de Almas del silencio. ¿Correrá Life con la misma suerte?Arrasa De VitaEnérgico y feliz de estar en ese recinto, De Vita fue admirado por la multitud previo a la función de Martin. Un recorrido por éxitos de dos décadas de trayectoria conformaron el repertorio en el que no faltaron los temas de su reciente placa Stop. Fueron dos horas de comunión entre público y artista, que ratificaron por qué Franco de Vita es uno de los mejores músicos del país.