El licenciado José Tomás Pérez ni la diputada Minou Tavárez Mirabal estarán en la carrera por la candidatura a la senaduría del Distrito Nacional del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Tratándose de dos políticos y congresistas con historia y prestigio, cuyos nombres perfuman la boleta de cualquier partido político, desconsuela que en un ejercicio tan degradado, figuras como José Tomás y Minou no estén, por las razones que fueren, en la competencia electoral. Claro que la candidatura del doctor Reinaldo Pared Pérez, un abogado y político profesional que fue profesor universitario, compensa hasta cierto punto la declinación de sus dos compañeros de partido. Pared Pérez, por su trayectoria, representa una atractiva propuesta digna de valorar por el electorado del Distrito Nacional.Sin embargo, es tiempo de poner los puntos sobre los íes sobre fenómenos muy extraños que en esta época gravitan en el quehacer partidario. Hasta los más románticos saben que la política ha dejado de ser una lucha de ideas y programas para convertirse en una batalla de poder con todas sus consecuencias. Con todo y que sea hoy uno de los principales medios de movilidad social, aún así se ha sabido guardar las apariencias para preservar su encanto teatral. A diferencia del pasado, se trata hoy de un quehacer que tiene sus límites, no siempre burlados por la fama y el dinero.El caso es que de la misma forma que se lamenta que no estén en una boleta los nombres de figuras con las condiciones de un José Tomás Pérez y Minou Tavárez Mirabal, ésta por demás hija de dos símbolos como los doctores Manuel Aurelio Tavárez Justo y Minerval Mirabal, hay que ver con preocupación la rutilante carrera en un partido como el PLD del próspero dueño de bancas de apuestas, Juan de los Santos.No se sabe cómo entró De los Santos al PLD, pero de seguro que no fue a través de los círculos de estudio creados por el profesor Juan Bosch ni de la apertura a profesionales, dirigentes comunitarios, amigos, empresarios y personalidades de prestigio. Tampoco es de extrañar que aunque no esté avalado por su praxis que el diputado y seguro candidato a la sindicatura del Ayuntamiento de Santo Domingo Este cuente con algún título universitario.Tiene que preguntarse uno cuál es la propuesta de este candidato sin discurso ni historia política, que pudo alcanzar una curul a base de papeletas y que hoy cuenta con más simpatía y ascenso en el peledeísmo que figuras como el ex rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), doctor José Joaquín Bidó Medina. De hecho, fue el segundo candidato peledeísta más votado en las congresuales y municipales de 2002.Con todo lo degradada que pueda estar y aunque no esté reservada a profesionales y personalidades, la política no es un juego. Y en un partido como el PLD, el meteórico ascenso de un político sin historia ni discurso, de quien lo único que se sabe es que tiene mucho dinero, representa un baldón para sus principios y valores [email protected]