El informe anual del Banco Interamericano de Desarrollo aseguró que América Latina no logró reducir la pobreza, pese a la histórica progresión del 5,5% del PIB. El BID destaca que la región debería triplicar su inversión en infraestructura También advierte que el sector privado financió desde los años 90 la mitad de lo que antes venía invirtiendo el Estado y concluye que existen sectores en los que no es conveniente la participación pública y otros en los que sí, como las carreteras. Las ediciones de la Cumbre de las Américas tienen como objetivo la mayor integración continental, y eso queda plasmado en las declaraciones finales de los presidentes, pero esas palabras siempre van acompañadas de un plan de acción. Para ejecutarlo se necesita un brazo económico, y ahí aparece el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la mayor entidad regional de fomento. El banco concede cada año créditos a América latina y el Caribe por entre US$ 4000 millones y 6000 millones, pese a que el límite está fijado en 7500 millones. Es decir, usa entre un 53% y un 80% de lo que puede. La Argentina recibió el año pasado US$ 530 millones. Algunos accionistas del BID consideran que, más que financiamiento para construir infraestructura, debería privilegiarse el apoyo al sector privado. Otros, como los escandinavos (que son aportantes), privilegian el desarrollo social y de la mujer (inserción laboral, mejor educación y otros). El BID presta para infraestructura, pero se pretende que dé más. Lo mismo sucede con el apoyo a la competitividad. La Argentina está recibiendo US$ 140 millones para dar créditos y subsidios de investigación tecnológica de empresas y centros de estudios y prevé pedir 280 millones más. La semana próxima, en Buenos Aires, se presentará un programa del BID y de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra) para incorporar tecnologías de telecomunicaciones en las pymes. El organismo señaló que la situación social ha tenido levísimas mejorías. Todas ellas son muy pequeñas frente a la magnitud que se mantiene en materia de pobreza y sobre todo de desempleo. En América Latina y el Caribe 220 millones de sus 512 millones de habitantes están por debajo de la línea de pobreza y 96 de ellos de la de indigencia. El informe del BID también indicó que los cinco años de bajo crecimiento por los que pasó América Latina antes de 2004 dejaron una profunda huella en el área social, que no ha sido borrada por la reciente recuperación.Con relación a la tasa de desempleo, el BID aseguró que disminuyó, pero se encuentra aún en niveles muy elevados. La entidad financiera sugirió a los gobiernos de América Latina aprovechar la recuperación iniciada de forma tan prometedora en 2004 para que haya una mejora de la calidad de vida de los segmentos más vulnerables de la población.