Lo que parecía un mero programa de televisión, terminó siendo un beneficioso espisodio para valorar el merengue en toda su dimensión.
Por eso, su mentora Jatnna Tavárez debe sertirse orgullosa, porque hizo por el merengue lo que para mucho era impensable en estos tiempos, situarlo en su categoría musical reaL.
Con razón el periodista José Rafael Sosa lo describe así en su cronica publicada este lunes en El Nacional: "Lo que en principio surgió del comentario quejumbroso de que "no hay en el país merengues de calidad", Jatnna Tavárez y su equipo lo transformaron en una tremenda hazaña a desarrollar para demostrar que no es así. Y tras la realización de la ronda final de ¡Qué viva el merengue!, que transformó la gran sala Eduardo Brito en un gigantesco estudio de televisión el sábado por la noche, no queda duda: el merengue vive, tiene recursos humanos y talentos que garantizan su permanencia, su vinculación social, sus cambios, aciertos y adecuaciones desde su lírica, orquestación e interpretación.
Jatnna hizo el milagro más allá de realizar su trabajo de rutina y cumplir con la pauta de sus anunciantes. El merengue fue exaltado con su Día Memorial: 26 de noviembre y ella quedó como su madrina oficial.
El merengue, por encima de todo, salió ganando. Se mostró como un género digno, como un vínculo social que caracteriza el dominicano y que ha sido un sello y vínculo que ha normado, alentado, animado y conjugado desde la vida cotidiana hasta el clamor social y político, tal y como sostuvo el secretario de Estado de Cultura José Rafael Lantigua, en una magnífica pieza que pronunció vía telepromter, como apertura del episodio final de este espectáculo de realidad.
Jatnna Tavárez estuvo feliz, se emocionó, lloró cuando la producción le presentó de sorpresa un merengue en su honor.
El secretario de Cultura anunció: a).- Que se dan los pasos ante Unesco para que el merengue sea declarado patrimonio de la Humanidad y b).- Leyó el decreto del presidente Leonel Fernández, que declara a la productora de televisión como Madrina del Merengue Dominicano. Fueron emociones que se sucedieron unas tras otras: se rindió un homenaje a Julio Alberto Hernández, como maestro fundamental de la música popular y a la pareja formada por Luis Rivera y Casandra Damirón, con la entrega a sus respectivos parientes del trofeo ¡Qué Viva el Merengue!, y una producción documental breve con fotografías, escenas de video y sonido de los homenajeados.
Como espectáculo, nada que refutar: una escenografía sencilla, simbólica y ajustada a la magna oportunidad; una coreografía rítmica, intensa y bien lograda, efectos especiales en el justo momento y buen sonido.
Y los ganadores fueron…
El primer lugar de la jornada ¡Qué Viva el Merengue! fue ocupado por José Ramón Jaar, titulado "Leña mojá" e interpretado por Anthony, un vocalista con una excelente capacidad de actuación y un "lock" llamativo y fresco. El premio, de 500 mil pesos que aportó el Plan Social de la Presidencia, fue entregado a través de un cheque simbólico por Milagros Hernández (La Loba).
El segundo lugar, con 300 mil pesos de dote y trofeo, fue ocupado por el merengue "No se va", escrito por El Prodigio. El premio fue patrocinado por Orange Dominicana.
El tercer lugar fue ocupado por "Tiempo de amar", cantado por Ileana Reynoso, original de Luichy Guzmán, con un premio de 200 mil pesos y trofeo.
Como mejor intérprete del especial, la orquesta de maestros seleccionó a Ileana Reynoso y como mejor arreglista a Leo Suberví.