Una amiga quiere compartir con nosotros una anécdota de un suceso que no siempre pasa pero que no escapa a la realidad social, moral y cultural de muchas personas, léanlo y descubran en el la mejor forma de no hacernos daño ni hacerle daño a los demás. Una amiga en común vivía felizmente con su pareja y el hijo de ambos de apenas 12 meses, cuando su hermana queda en estado de uno de esos irresponsables, que luego se esfuman como el aire sin que se les vea la placa. Al momento del parto de la hermana de mi amiga, ésta le dice llorando que no sabe que hacer porque su madre la ha botado de la casa y se encuentra sola, en la calle y ahora con un hijo que mantener. Y como la sangre jala más que el agua la solidaria hermana, se responsabiliza de llevarse a la casa que comparte con su esposo y su hijo, a su hermana recién parida y su nueva criatura. 45 días después, la recién parida, alojada en casa de la hermana y su esposo, queda nuevamente embarazada, ¿pero de quien? dirán ustedes, pues nada más y nada menos de su cuñadito, sí… ese mismo el marido, enamorado y tierno de su hermana, que cuidó de ella, y le dio alojo en su casa a ella y al bebé sin padre. Pues les digo mis queridos amigos, que mi amiga la solidaria hermana, dejó a su marido, amándolo, "porque eso hay que decirlo, de que se amaban se amaban",pero nunca nadie supo porqué esa separación de dos personas que se aman, de una verdadera familia unida; de dos seres que se profesaban amor en cualquier momento y en cualquier lugar, pero otra pregunta ¿como es que si tanto se amaban, el pudo hacer esa monstruosidad?, bueno es una respuesta que aun no la tengo, como tampoco hay respuesta para la niña inocente que vino al mundo tras esa relación, y que hoy, a quince años de ese hecho, no tiene una respuesta, cuando pregunta, quien es su papá.