WASHINGTON.- Diez marines estadounidenses que patrullaban a pie en las afueras de la ciudad iraquí de Faluya han muerto por la explosión de una bomba colocada por la insurgencia, según fuentes del ejército norteamericano.
Los marines fueron víctimas también del lanzamiento de varios proyectiles de mortero Hay otros 11 soldados heridos.
El ataque es uno de los peores sufridos por la II División de Marines desde que en marzo de 2003 invadieran Irak. Las agencias de cuentas y diarios europeos dan cuenta que el número de soldados muertos en Irak no para de crecer, al tiempo que la popularidad del presidente George W. Bush se deteriora.
Con el objetivo de convencer sobre su estrategia militar a una opinión pública cada vez más adversa, el presidente hizo público el pasado miércoles un documento no clasificado sobre la "estrategia nacional para la victoria en Irak", en el que excluía un calendario para la retirada de las tropas. "Estaremos allí hasta que completemos nuestra misión", dijo.
Por su parte, el diario estadounidense The New York Times publicó en su editorial una dura crítica a la postura del presidente. "La alocución de Bush es un refrito del mismo discurso, ya manido, de que todo marcha bien. Bush ofreció la falsa alternativa entre adherirse a su política y batirse en retirada de manera precipitada y cobarde", dice el texto.
Con estas diez muertes, ya son 2.123 los estadounidenses que han perdido la vida en Irak. También han muerto 98 británicos y 94 de otras nacionalidades.