Santo Domingo. La residencia de la ciudadanía de Santo Domingo contra el proyecto que busca que el Estado Dominicano autorice la construcción de una isla artificial frente al malecón adquirió el sábado un matiz de protesta de masa cuando cientos de personas acudieron a la avenida George Washington a repudiar el intento del gobierno del presidente Leonel Fernández de entregar a una compañía extrajera ese litoral del Mar Caribe. Los manifestantes advirtieron que la construcción de la isla artificial podría devenir en un gran desastre, quedando un montón de escombros y chatarras regados frente al Malecón. Al manifestarse su rechazo a la construcción de la isla en la costa sur del Malecón del Distrito Nacional por violar la constitución de la República.
El proyecto de Isla Artificial cuenta con el respaldo del Gobierno del presidente Leonel Fernández, quien envió un contrato al Congreso Nacional, el cual está pendiente de conocimiento.
En la actividad participaron miembros de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, organizaciones sociales, barriales, comunitarias y políticas
Durante un acto en el monumento a la Independencia Financiera, en la avenida Presidente Billini en el malecón, se concentraron cientos de personas para lanzar una flor al mar en rechazo a los proyectos del gobierno de hacer concesiones mediante un contrato que el otorga privilegios de usufructo de más de un millón de metros cuadrados de la costa a una compañía extranjera para la explotación turística y recreativa.
Los manifestantes paralizaron el transito por el Malecón sentándose en el pavimento y recabando el apoyo de los conductores. Cientos de vehículos fueron paralizados muchos de los cuales mostraron su apoyo al movimiento que promueve el rechazo del proyecto de contrato que se discute en el Congreso Nacional.
Consideraron como ilegal y una estafa que el Estado reciba 5% de las ventas que realice la compañía, desconociendo quién está dando su respaldo financiero y aportando sus garantías.
Destacan que el Estado se compromete a exonerar del pago de por vida de todo impuesto a la compañía, pese a que es el garante de los préstamos y compromisos contraídos con terceros.