Sao Paulo. Como un cuento de hadas sin príncipes ni princesas pero con mucho dinero y lujo define Efe al enlace nupcial entre la millonaria Athina Onassis y el jinete Alvaro Affonso de Miranda Neto que se realizó ayer en Sao Paulo y se catalogó como la boda del año en Brasil.
Sao Paulo. Como un cuento de hadas sin príncipes ni princesas pero con mucho dinero y lujo define Efe al enlace nupcial entre la millonaria Athina Onassis y el jinete Alvaro Affonso de Miranda Neto que se realizó ayer en Sao Paulo y se catalogó como la boda del año en Brasil.
Athina, de 20 años, única heredera de la fortuna amasada por su abuelo, el armador griego Aristóteles Onassis, se unió con "Doda" Miranda, de 32, en una ceremonia donde estuvieron presentes unos 750 invitados, entre los cuales se encontraba la crema y nata de la sociedad brasileña.
Tanto la ceremonia religiosa, según el rito ortodoxo, como la civil se efectuaron en la bucólica sede de la Fundación María Luisa y Oscar Americano. Como principales testigos estuvieron Thierry Roussel, padre de la novia, su esposa Gaby y los tres hermanastros de Thina.
El secreto ha rodeado los preparativos de la boda, pues se incluye el pago de pesadas multas por las empresas contratadas para la fiesta que se atrevan a contar algo de lo que sus empleados hayan visto o escuchado.
Los pocos detalles que se saben sobre la fastuosa boda han sido contados a la prensa local por algunas personas cercanas a los contrayentes, que han permanecido en el anonimato.
De esta forma el resto de los mortales ha podido saber que el vestido de la novia es del modisto italiano Valentino y que el peluquero Marco Antonio de Biaggi, uno de los consentidos de la alta sociedad paulista, se encargó del peinado y maquillaje de Athina, por la nada despreciable suma de 25.000 reales (unos 11.100 dólares), según el semanario Veja.
El traje es un modelo strapless que mezcló dos tipos de seda, una brillante y otra opaca. La falda llevó flores bordadas en forma de guirnalda y un velo en encaje Chantilly de 5 metros de largo.
El alquiler de la casa-museo donde se celebrará la ceremonia y fiesta nupcial costó 75.000 reales (unos 33.300 dólares), poca cosa para Athina, heredera de una fortuna calculada en 3.000 millones de dólares, incluidas decenas de propiedades como la isla griega de Skorpios, un apartamento en París y una casa en Marbella, España, entre otros.
Unos 350 guardaespaldas fueron contratados para garantizar la seguridad de novios e invitados, y un helicóptero sobrevoló la elegante locación nupcial.
Los novios llegaron al lugar de la fiesta en un automóvil blindado último modelo, mientras que para los invitados se contrató una flota de vehículos alemanes marca Audi.
Se desconoce dónde pasaron la primera noche y el sitio de la luna de miel.
Los invitados, aunque ricos y famosos, no tuvieron que preocuparse por los regalos para una pareja que lo tiene todo, pues los novios pidieron que el dinero de los presentes lo destinen a una institución social que tiene entre sus madrinas a la futura suegra de Athina.
La novia, que desde hace dos años vive en Sao Paulo y está identificada con la cultura brasileña tanto o más que con la griega de sus antepasados, compró un apartamento de mil metros cuadrados por la suma de 8,5 millones de reales (unos 3,7 millones de dólares) en uno de los barrios más lujosos de Sao Paulo, según lo informó el semanario Epoca. Y si el amor ha llevado a la novia a sentirse brasileña, el novio ha correspondido y a fines de noviembre abandonó la selección brasileña de ecuestres para afiliarse a la similar de Grecia, país por el cual aspira a competir en 2008 en los Juegos Olímpicos de Pekín.
"Mi hijo no haría eso por cualquier país. Lo que lo mueve es el hecho de (Grecia) ser su futura segunda patria", afirmó el padre de Doda, Ricardo Miranda, a la revista Istoé.
El tiempo dirá si, como en los cuentos infantiles, los personajes de esta historia vivirán felices para siempre.
Por lo pronto, la revista Veja afirmó que la pareja firmó un contrato prenupcial según el cual, si se divorcian ninguno tiene derecho a los bienes que tenía el otro antes de casarse.