MIAMI (El Nuevo Herald).-La bebida en sí misma no necesariamente provoca hostilidad, pero la exposición a imágenes relacionadas con ella puede conducir a agresiones
Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Missouri-Columbia, una persona puede hallarse en riesgo de sufrir de conducta agresiva solamente por encontrarse en un sitio donde sirvan alcohol. La investigación confirmó el vínculo entre el alcohol y la agresión, y sugiere que la mera presencia de imágenes relacionadas con el alcohol estimulan la agresión, aun cuando la persona no esté consumiendo alcohol.Bruce Bartholow, profesor asistente de psicología en Missouri, examinó las respuestas de 246 estudiantes. En el primer experimento, 121 sujetos fueron expuestos brevemente a imágenes relacionadas con el alcohol, como una botella de cerveza, imágenes de armas y también imágenes neutrales, como plantas. Tras presentar la imagen, una palabra clave –ya sea una relacionada con la agresión, un vocablo neutral o una serie de letras al azar– era proyectada en la pantalla. Los participantes debían presionar una tecla lo más pronto posible para indicar si la serie de letras era o no una palabra existente. Los encuestados identificaron con mayor rapidez palabras relacionadas con la agresión mostradas después de imágenes vinculadas con el alcohol y las armas, que las mostradas tras las imágenes neutrales, dijo Bartholow.En el segundo experimento, 125 participantes completaron encuestas para evaluar su conducta al beber y lo que creían en cuanto a los efectos esperados por beber, tales como conducta agresiva o sentirse enfermo. A los participantes se les dijo que el estudio tenía la intención de examinar cómo los anuncios publicitarios eran clasificados de diferentes formas. Fueron divididos en dos grupos: en uno, examinando seis anuncios publicitarios relacionados con el alcohol, en el otro, examinando seis anuncios neutrales.Tras clasificar los anuncios, los participantes leían un párrafo corto sobre un personaje que desarrollaba una serie de conductas ambiguamente hostiles, tales como rehusarse a pagar la renta después que su apartamento fuera pintado. Ellos evaluaron este personaje en seis rasgos positivos, tales como confiabilidad, y seis rasgos negativos, como hostilidad, por ejemplo.Los resultados mostraron que los participantes que habían estado expuestos a anuncios de alcohol calificaron al personaje de la historia como más hostil que los participantes que habían visto los anuncios neutrales. Este efecto fue mayor entre los participantes cuyas respuestas en una encuesta anterior indicaban que ellos consideraban que el consumo de alcohol conduce a la agresión. Los participantes que generalmente no creían que el alcohol conducía a la agresión calificaron al personaje en baja medida en relación con la hostilidad, sin tener en cuenta si fueron expuestos inicialmente a anuncios relacionados con el alcohol o anuncios neutrales.''Estos hallazgos sugieren que la mera vista del alcohol provoca pensamientos relacionados con la agresión en la mente, lo cual puede tener una influencia específica en la percepción de hostilidad'', dijo Bartholow. "Los investigadores y el público en general saben desde hace mucho tiempo que existe un vínculo entre el beber alcohol y una conducta agresiva incrementada. Esos estudios indican que ese vínculo no depende de que el alcohol se consuma efectivamente y ni siquiera de que se haya consumido alcohol anteriormente''.El estudio de Bartholow aparecerá publicado en el ejemplar de enero de la revista `Psychological Science'.