MIAMI, EE.UU.-Apenas unos días después de que el gobierno cubano confirmara de manera oficial su participación en el Clásico Mundial de Béisbol, su contraparte en Washington cerró de un portazo la entrada del equipo antillano.
Por otra parte, abrió la posibilidad de que un grupo de jugadores exiliados pueda constituir un equipo y defender los colores de la bandera cubana, junto al resto de peloteros de Grandes Ligas, informa esta.La Oficina para el Control de Bienes Extranjeros del Departamento de Estado negó ayer la licencia que hubiera posibilitado la presencia de Cuba en la cita del orbe que comenzará a principios de marzo.''Si desde el principio le hubieran dicho no a Fidel Castro y su equipo, no habrían tenido que hacer esta declaración ahora'', expresó el torpedero Rey Ordóñez. "Fueron ellos los que desterraron el profesionalismo de Cuba, ¿qué sentido tiene invitarlos?''Desde hace varios días, las Grandes Ligas se habían visto en medio de una polémica sobre la asistencia de la isla a este evento que reunirá a lo que más vale y brilla en el béisbol internacional.Mientras el congresista republicano Lincoln Díaz-Balart había urgido al comisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig, que reconsiderara su invitación a la Habana, otro congresista, José Serrano, demócrata de New York, intercedió por Cuba ante las autoridades del país.''La administración del presidente [George W.] Bush ha hecho lo correcto y merece nuestra felicitación'', afirmó Díaz-Balart en un comunicado de prensa. "Espero que el béisbol de Grandes Ligas ahora permita a jugadores cubanos libres … que representen a Cuba en el torneo''.Aunque todavía se considera difícil que eso suceda, una escuadra de peloteros exiliados le daría mucho más colorido al clásico que una, por ejemplo, de la República Checa, un probable sustituto ante la ausencia de los peloteros de la isla.Por lo pronto, varios jugadores cubanos de los distintos niveles del béisbol profesional han comenzado a ponerse de acuerdo para actuar de conjunto y lograr su objetivo.''Sólo necesitamos un poco de orientación y ayuda'', expresó el lanzador Eddie Oropeza. "A principios de enero vamos a reunirnos la mayor cantidad de jugadores cubanos para comenzar a entrenar y pedirle a las Grandes Ligas que nos deje formar un equipo''.La medida del Departamento de Estado también provocó polémica entre los aficionados cubanos, quienes se dividieron entre su apoyo a un equipo de profesionales en el exilio y la posibilidad de ver a la escuadra cubana enfrentándose a poderosos equipos como Puerto Rico, Venezuela, República Dominicana y el país anfitrión.''Para mí es una situación difícil'', reconoció el fanático Juan Antonio Prieto. "Por un lado creo que los peloteros en el exilio tienen todo el derecho de estar en el clásico. Por otro, Cuba es el supuesto campeón mundial y olímpico. De una vez y por todas, este era el mejor momento para ver si esos títulos son lo que dicen ser''.Otro sector considera que la negativa lo único que hace es suministrarle argumentos al gobernante Fidel Castro y le proporciona una salida adelantada para dejar de asistir a un evento donde enfrentaría los riesgos de las derrotas y la deserciones.''Castro tiene más que perder que ganar en ese torneo'', comentó Luis González. 'Hubiera puesto al descubierto la falsa de su béisbol y algunos peloteros habrían aprovechado la estancia en Puerto Rico para desertar. Ahora, él volverá a decir lo mismo de siempre: `la culpa es de los americanos' ''.email thisprint thisreprint or license this