CANCUN (México).-La Declaración de Cancún fue firmada este martes por los gobiernos de Centroamérica, República Dominicana, Colombia y México, inspirada en el interés de unir sus esfuerzos en la búsqueda por reducir su dependencia del exterior en materia de seguridad energética regional. Los países miembros del Sistema para la Integración Centroamericana (SICA), más República Dominicana, Colombia y México, estuvieron de acuerdo en impulsar siete proyectos, como establece el documento que suscribieron al término de la llamada Cumbre sobre la Iniciativa Energética Mesoamericana (CIE Mesoamericana), que se desarrolló en este centro turístico de Caribe mexicano.Así, los presidentes Abel Pacheco, de Costa Rica; Oscar Berger, de Guatemala; Ricardo Maduro, de Honduras; Leonel Fernández, de República Dominicana; Martín Torrijos, de Panamá; Elías Antonio Saca, de El Salvador; José Alfredo Gómez, vicepresidente de Nicaragua; Carolina Barco, canciller de Colombia; Salvador Amin Figueroa, embajador de Belice y el presidente de México Vicente Fox, acordaron flexibilizar los mecanismos para el uso de los créditos del Pacto de San José y aprovechar los recursos del Fondo de Cooperación para el Desarrollo del área Mesoamericana, que se constituirá con 400 millones de dólares aportados por Canadá, España, Inglaterra y Estados Unidos.Asimismo, en Cancún fue aprobada una solicitud para que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) contrate los servicios de un despacho especializado que a más tardar en mayo deberá entregar los estudios técnicos que determinarán la ubicación del proyecto de una refinería regional propuesta por el mandatario panameño Martín Torrijos, y a la que Pemex suministraría 250 mil barriles de crudo diariamente, los cuales garantizarían el abasto de materia prima.Los propios estudios de la casa consultora a contratar deberán determinar los términos de referencia para una licitación internacional para la ejecución de la planta industrial, así como facilidades portuarias, depósitos y operación de la misma. Los avances serán revisados en una próxima reunión a celebrarse en mayo, la cual tendrá como sede República Dominicana.De igual manera, si los estudios técnicos son favorables, se construiría una termoeléctrica utilizando unas mil 500 toneladas que como combustible de petróleo produciría diariamente la refinería de crudo, la cual tendría un costo de 300 millones de dólares y generaría unos 350 megawats de electricidad.Los gobiernos se comprometieron también en esta cumbre a concluir la interconexión eléctrica entre México y Guatemala a un costo de 50 millones de dólares, y entre Panamá y Colombia, un proyecto del que se dijo "tiene cara, forma y vida".Otro de los proyectos es el desarrollo del mercado regional del gas natural, el cual se posibilitará con la construcción de un gasoducto que unirá a Colombia con Centroamérica y México, para lo cual un estudio determinará si es posible la viabilidad del proyecto a fin de construir una gasificadora que permita integrar un sistema de distribución regional. Este plan se haría en cuatro etapas a un costo estimado en dos mil millones de dólares.Al inaugurar los trabajos, el anfitrión Vicente Fox destacó el compromiso que nuestro país tiene con el impulso a la integración regional en materia energética, dado que "esta iniciativa dará competitividad a las economías y beneficios a los ciudadanos".Vicente Fox apuntó también que "los proyectos no están sujetos a la hegemonía de México, ni depende de un gobierno de turno. Aquí no hay paternalismo, no hay discrecionalidad, hay representación democrática y las reglas del libre mercado. Lo que buscamos es que la integración energética se convierta en una palanca para el desarrollo".El mandatario mexicano destacó que el Plan Puebla Panamá, del que forma parte este esfuerzo, es ahora más que nunca un instrumento de unidad e integración mesoamericana con Colombia y República Dominicana".Por su parte, el presidente panameño Martín Torrijos expresó: "Este encuentro nos pone en marcha, muestra claramente una visión de futuro que nos asegura la energía que necesitamos para crecer, ser competitivos y alcanzar el desarrollo social".La Declaración de Cancún no dejó de lado el tema de las fuentes renovables de energía, que incluye a los biocombustibles, así como las oportunidades que representan el negocio del carbono y los proyectos que apauntan a disminuir la dependencia de los hidrocarburos.