LA HABANA – Cuba despertó indignada hoy por la decisión del gobierno de Estados Unidos de no permitir a la isla enviar una selección al primer Clásico Mundial de béisbol que se realizará en marzo.
"¡Es demasiado ya!", exclamó molesto Antonio Mayeta, trabajador de una bodega, y hermano de un jugador del equipo capitalino Industriales."Es increíble, se trata de deporte, no es política. En Cuba el béisbol es cultura, todo el pueblo esperaba con ansias ver esos juegos", agregó el trabajador a la AP.La Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro le indicó el miércoles a las Grandes Ligas sobre la decisión que tomó, según Pat Courtney, portavoz de la oficina del comisionado.Se requiere un permiso de dicha oficina debido a las leyes estadounidenses que controlan las transacciones comerciales con la nación comunista.Las autoridades deportivas cubanas consultadas por la AP declinaron dar información sobre esta decisión.El presidente Fidel Castro afirmó en días pasados a periodistas panameños que viajaron a la isla con el presidente Martín Torrijos que "vamos a participar y a demostrar lo que sabemos hacer en el béisbol".Sin embargo, la prensa cubana no ha informado sobre el torneo al que fueron invitados 16 equipos para jugar del 3 al 20 de marzo, en Estados Unidos, Japón y Puerto Rico. Los organizadores ubicaron a Cuba en el Grupo C junto con Holanda, Panamá y Puerto Rico en el estadio Hiram Bithorn de la capital puertorriqueña."Es demasiado lo que tienen con Cuba", dijo Bilmar Rodríguez, un obrero de imprenta que se dirigía a su trabajo en bicicleta. Aseguró que "no me hubiera perdido un sólo juego porque soy fanático de béisbol. Cuba tiene equipo para hacer un buen papel".Paul Archey, vicepresidente de operaciones internacionales de las Grandes Ligas, y Gene Orza, director de operaciones de la Asociación de Jugadores de las ligas mayores, emitieron un comunicado conjunto donde afirman que los organizadores intentarán revertir la decisión.En Cuba el béisbol es el deporte nacional, "es la pasión de todos, desde Fidel hasta los niños que nacen con el bate en la mano", comentó Víctor Renglón, sentado en un parque del centro de La Habana."Nos quitan la oportunidad de ver a nuestro equipo campeón mundial y olímpico, medirse contra elencos de Grandes Ligas", señaló.