Nueva York. Esta ciudad, super poblada y super visitada es afectada desde este martes por una huelga en el transporte público que afecta a siete millones de usuarios y que amenaza con provocar el caos. El transporte ha sido bloqueado ya paralizando prácticamente la actividad económica del corazón de la ciudad, Manhattan, que no vivía una situación así desde 1980. Además, el paro coincide con la época de compras navideñas y con una de las de mayor afluencia de visitantes.
El alcalde de Nueva York, el republicano Michael Bloomberg, ha señalado que cada día de huelga provocará unas pérdidas de unos 400 millones de dólares diarios a lo que habrá que sumar el perjuicio de dejar a siete millones de personas sin poder ir a su puesto de trabajo o a su centro de estudios.Bloomberg anunció el pasado miércoles que el Ayuntamiento ha preparado un amplio plan de emergencia, que obliga a los vehículos que quieran entrar en Manhattan a ir con al menos cuatro ocupantes y que restringe el tránsito de camiones de reparto. También se han reforzado los servicios de ferry y en los ferrocarriles de cercanías, y se permite a los taxistas que cojan a diversos pasajeros para un mismo trayecto. En la última huelga, celebrada en abril de 1980, la protesta duró 11 días, reportó la agencia EFE desde Nueva York.Protestas por los recortes en las jubilacionesEn los últimos días, la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) ha tratado de obtener el apoyo de los empleados para suscribir un nuevo convenio colectivo que supone recortes en las prestaciones de jubilación y en los seguros de salud, a lo que el sindicato mayoritario, TWU Local 100, se ha opuesto. "No hay razón para estos recortes, especialmente en un ejercicio en el que la MTA ha tenido un superávit de 1.000 millones de dólares", ha dicho a la prensa el presidente del sindicato, Roger Toussaint, tras anunciar oficialmente el inicio de la huelga.El sindicato, que representa a 34.000 trabajadores, se había dado de plazo hasta la pasada noche para alcanzar un acuerdo, lo que no ha sido posible, pese a la nueva oferta que entregó la MTA pocas horas antes. "Esta es una lucha por la cobertura de nuestras jubilaciones, por nuestro trabajo y por nuestra dignidad", ha afirmado Toussaint, quien ha mostrado su esperanza en que los neoyorquinos entiendan que "nuestra lucha es su lucha".Tanto el alcalde de Nueva York como el gobernador, George Pataki, han insistido en los últimos días en que a estos empleados públicos la ley no les permite hacer huelga, y que se enfrentan a multas que pueden ascender a 25.000 dólares diarios (casi 21.000 euros). Sin embargo, han seguido adelante con sus medidas de presión y protesta, especialmente por considerar que el superávit de este año no justifica un recorte como el que propone la empresa.