SANTIAGO.- Un mayúsculo desorden, matizado por empujones, forcejeos,
arañazos y una que otras trompadas, caracterizó esta mañana la entrega de cajas contentivas de productos alimenticios, frutas y golosinas, que pensaba distribuir el gobernador de esta provincia, con motivo de las fiestas navideñas.
Poco importó que la distribución se realizara en las instalaciones de la Gobernación de esta provincia. Las personas que se agolparon allí olvidaron por un momento la solemnidad del sitio y auspiciaron el desagradable incidente.El mayor frustrado por lo acontecido allí fue el propio gobernador, profesor José Izquierdo, quien tenía planificado "robarse el show" con esos donativos, con la esperanza de que tal cosa se reflejara positivamente en sus aprestos de ser el candidato a la sindicatura de este municipio, por el gobernante Partido de la Liberación Dominicana.Pero, el repentino desorden que sobrevino apenas comenzaron a ser distribuidas las cajas, donadas por la Presidencia de la República, hizo rodar por el suelo sus pretensiones.Ante la imposibilidad de llevar a efecto la repartición, el profesor Izquierdo terminó por lanzar una perorata de desaliento "porque la gente, cuando de hacer donativos se trata, quiere que le entreguen de primero y ahí viene el molote, como aconteció en esta oportunidad".La muchedumbre humana contó con la presencia de hombres y mujeres que sobrepasaban los 60 años, muchos de los cuales (especialmente damas)garantizaron que se presentaron a buscar sus cajas a las seis de la mañana.El gobernador Izquierdo, consciente de que en ese tipo de actividadesregularmente el caos se apodera del escenario apenas comienza la repartición, creyó haber tomado las medidas correspondientes, especialmente apostando en el sitio agentes policiales y militares, cuya misión principal era preservar el orden.Sin embargo nada de esto fue suficiente: los menesterosos apenas se enteraron que comenzaría la entrega del presente navideño, se abalanzaron sobre las personas que tenían la encomienda de entregarlas, irrumpiendo violentamente en el área donde estaban los obsequios, provocando así el mayúsculo incidente del que, por suerte, nadie resultó con lesiones físicas.No bastó que el propio Gobernador llamara a la cordura y al orden "si quieren que entreguemos las cajas". El tumulto se hizo cada vez más incontrolable, por lo que el profesor Izquierdo optó por ordenar lasuspensión del acto.Como consecuencia de esa desagradable experiencia, ahora el representante del Poder Ejecutivo aquí no sabe si intentar más adelante repartir las cajas, o si le busca otro destino, pero que garantice su distribución en la más completa paz, calma y armonía, como sería su donación a hogares de niños y ancianos.