El presidente Leonel Fernández devolvió la ley de Casinos al Congreso Nacional, o sea no la promulgó, atendiendo al sentir de amplios sectores de la población preocupados por la influencia que en nuestra economía van adquiriendo los juegos de azar. La ley de Casino no es mas que un intento de quienes auspician ese negocio de ampliar sus privilegios en un mercado donde se juega por vicio y por necesidad. Tanta influencia tienen los juegos de azar que hasta conn representantes en el Congreso cuenta. Se dice que hay partidos y legisladores dueños de decenas de bancas de todo tipo. El Presidente de la República, doctor Leonel Fernández, sugirió que sean examinados nuevamente algunos aspectos como son las posibilidades de acceso a menores, el horario de funcionamiento y su cercanía con establecimientos educativos de cualquier índole, hospitales e iglesias. O sea que tampoco se trata de una oposición tajante a que se legitime ese negocio de parte del mandatario. Segun consta en una nota emitida por la Dirección de Relaciones Públicas de la Presidencia de la República, en el mensaje dirigido al presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, el mandatario expresa que dicho proyecto ha generado serias críticas de la sociedad dominicana y no ha adoptado las previsiones necesarias para que esos establecimientos no se constituyan en factores criminógenos en el momento en que el gobierno ha puesto en marcha el Programa de Seguridad Democrática. "Las posibilidades de acceso de menores de edad a centros donde operan juegos de azar y de modo más específico las denominadas máquinas tragamonedas debieron ser objeto de la preocupación y previsiones de la ley reformadora, atendiendo a reclamos de instituciones públicas y privadas", dice el mandatario. Expresa que el horario de los centros de juegos debe ser restringidos en vez de ampliarlo para mantener por lo menos el mismo horario para las jugadas de mesa. Destaca que el proyecto debe establecer la necesidad de respetar la distancia entre los locales donde operan tragamonedas y establecimiento educativos de cualquier tipo donde permanezcan menores o funcionen iglesias y hospitales. Añade que para completar ese aspecto, también procede que se precise con exactitud las características mínimas que deba tener el lugar donde se autorice la operación de tales salas para que las autoridades correspondientes puedan ejercer los controles necesarios para evitar que sea frecuentado por menores de edad. También pide revisar contradicciones contenidas en el proyecto que manda que los miembros de la administración responsable no puedan sustituirse por otras personas físicas o morales ni transferir la licencia sin previa autorización de la Comisión de Casinos y les recuerda que esa es una facultad que compete al Poder Ejecutivo, mediante la ley 351, que no ha sido derogada ni modificada. En el mensaje rechaza además que se pretenda establecer un impuesto único fijo que rompe con principios de actualidad y sentido social como es la equidad tributaria, cuando en realidad lo que corresponde es constituir un régimen simplificado para el pago del impuesto sobre la renta, sin eximir al contribuyente del pago del Itebis, de las tasas y contribuciones especiales y de las fianzas cobradas por la emisión y renovación de las licencias para la operación de Casinos. El ejecutivo también está en desacuerdo con algunas distorsiones como son la limitación de la capacidad tributaria al disponer mediante normas, las medidas convenientes para buenas administración y recaudación de los tributos porque el proyecto dispone que los impuestos sean pagados mensualmente en la oficina más cercana a los Casinos de juego. Otra distorsión es que la indexación anual que se propone en el proyecto genera un régimen privilegiado que califica de inaceptable, por lo que el ajuste por inflación de los impuestos a que se refiere, debe ser por el ciento de la misma como se aplica a otros impuestos similares. El presidente Fernández propone también que se rechace una disposición del artículo 8 en cuanto a que las bancas de apuestas deportivas pagarán por concepto de uso de las máquinas tragamonedas el 40% en relación al pago de los Casinos en sus diferentes modalidades porque consagraría un privilegio injustificado con respecto al impuesto a cargo de los Casinos. El presidente Leonel Fernández expresa en su mensaje que las razones de su devolución son válidas, de ética social y de respeto a los principios en que se basa la administración tributaria.