MANHATTAN, Nueva York.-Los trenes y autobuses comenzaron a moverse desde muy tempranas horas de esta mañana, luego que la tarde del jueves el sindicato que agrupa sus operadores levantara el paro iniciado en la madrugada del pasado martes, y decidieron sentarse nuevamente a la mesa de negociación con la Autoridad Metropolitana del Transporte MTA-.
Sin embargo, para muchos desistir del paro le restara fuerza y poder a los trabajadores en la mesa de negociación, para alcanzar las demandas que exigen, ya que utilizaron el último recurso y se vieron precisados a ceder ante la presión de las autoridades, de la justicia, la amenaza de cárcel para sus dirigentes y la presión social de millones de usuarios afectados por la actividad.Con un feroz ataque, encabezado por el alcalde, Michael Bloomberg, el gobernador George Pataky y la gerencia de la MTA, los transportistas no resistieron la embestida y sucumbieron levantando la huelga, que amenazaron con hacerla "indefinida" y "llevarla hasta las últimas consecuencias", cuando esta entraba en su tercer día.Volver a la mesa de negociación después, de utilizar sin éxito el arma más poderosa que tiene el movimiento sindical en cualquier parte del mundo, significara para los transportistas de Nueva York ir a escuchar los "boches" que les darán en su propia cara, unas autoridades "encopetadas" por su aparente triunfo, con la diferencia de que después de llamarlos "matones" no se sabe con cual otro denigrante calificativo vendrán.Es casi seguro, que ambas partes cuando se inicie la nueva ronda de negociaciones estarán cerradas, más que nada las autoridades, en las respectivas posiciones que tenían cuando se inició el paro de trenes y autobuses, la madrugada del pasado martes.El sindicato se mantendrá en su reclamo del 6 por ciento anual, de salario, mantener en 55 anos el tiempo de jubilación, así como el pago de seguro médico por parte de las autoridades. De seguro que la MTA, vendrá a negociar ratificando su última oferta de 3% el primer año, 4.5% el segundo y 3.5% el tercero, y tratara de pasar, nuevamente, su propuesta de alargar de 55 a 62 años el tiempo de retiro, lo que constituyó el detonante que dio inicio a la paralización de los trenes y autobuses.Las pérdidas por el paro de tres días se estiman sobre los mil millones de pesos, sin contar que el paro disminuyó hasta en un 80 por ciento, en algunos casos, el volumen de ventas durante la época del año que más movimiento tiene la actividad comercial.Me parece estar escuchando a Meter Kilikow, presidente de la MTA, decirle a los sindicalistas "ya no tenemos más ofertas, la última la hicimos el viernes", lo que traducido a buen dominicano, quiere decir "esas son lentejas, si quieres la tomas y si no la dejas", total ya no podrán volver a la huelga, al menos por ahora, y no tienen más armas para presionar a las autoridades a ceder a sus demandas.