SANTO DOMINGO.-Los dominicanos celebraron como es costumbre la Noche Buena, olvidando la mayoría de ellos los acuciosos problemas económicos y sociales que afectan al país, incluso en muchos barrios restaron importancia a los apagones y utilizaron velas y lámparas. Los canes callejeros y en colmados, la reunión de vecinos en hogares, para tomarse unos tragos, fue la constante durante la jornada. El merengue y la bachata, los ritmos preferidos por los dominicanos, opacaron por el momento el reageton, que durante todo el año ha avasallado a la población, estableciéndose como el ritmo de moda de la juventud.
Los tapones de vehículos que durante el día resultaron tediosos, comenzaron a desparecer pasadas las 8 de la noche cuando la gente comenzó a recluirse en sus hogares.Las personas hicieron poco caso al llamado de las autoridades de que fueran moderados en el uso de fuegos artificiales. Muchos bailaron y bebieron hasta que llegó la luz del Sol del domingo. La tranquilidad fue la norma en la ciudad resacada después de una larga jornada de festejos. Este domingo pocos vehículos recorrían la ciudad, el comercio mantenía sus puertas cerradas y el ruido habitual desapareció de los barrios.El afán de muchas personas por comprar ropa, alimentos y bebidas alcohólicas contrastaba con el pedido de la Iglesia católica para que se dejara a un lado la celebración "pagana de la Navidad", contrario al "sentido cristiano" de la época, relata la agencia EFE en un reporte fechado en Santo Domingo. El caos imperaba en la principal arteria comercial de Santo Domingo, la avenida Duarte, donde era prácticamente imposible tomar un vehículo de transporte público.La situación se agravó ante la falta de agentes de la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) que, sin embargo, se observaron en lugares de la ciudad donde el tránsito era normal.Las tiendas y negocios de la zona estaban copados por una avalancha de clientes que, al parecer, superó las expectativas más optimistas de los comerciantes."Sí, muchas personas han estado comprando desde hace más de una semana", aseguró Bélgica Martínez, asistente de gerente de uno de los establecimientos más concurridos.En los últimos años, los dominicanos, que tradicionalmente se vestían con ropas nuevas para el día de Navidad, también han incorporado esta costumbre para las festividades de la Nochebuena.Un ambiente parecido se observó en las estaciones de autobuses, donde muchas personas esperaron por la disponibilidad de asientos."Voy para Nagua (provincia María Trinidad Sánchez) a pasar las navidades con mi familia", dijo Geovanny Jiménez junto a Franklin, su pequeño hijo.Más compradoresSanto Domingo es una ciudad que ha crecido vertiginosamente en los últimos años debido a la llegada de miles de personas desde el interior del país, entre otros factores.Las autoridades de seguridad y sanitarias pusieron en marcha un plan de prevención de accidentes, control en el uso de fuegos artificiales y el reforzamiento de las salas de emergencia en los hospitales públicos.Entre las medidas dispuestas se contempló la prohibición a los vehículos pesados de transitar desde ayer hasta el lunes a las 6:00 p.m., el empleo de 35 mil voluntarios disponibles en 964 puestos de auxilios en carreteras y autopistas, y la disponibilidad de tres helicópteros.Las autoridades también advirtieron a la población que evitara los disparos al aire con armas de fuego que, convertidos en balas perdidas, han causado este año la muerte a por lo menos dos menores y la mutilación de 23 personas.Algo novedoso en este período lo origina el propio presidente dominicano, Leonel Fernández, quien inició un recorrido por todo el país para regalar cajas con productos alegóricos a la época.La actitud del gobernante contrastó con la asumida por los principales partidos de la oposición, que se acogieron a una "tregua navideña" solicitada por la Iglesia católica, y que califican de "política" la iniciativa de Fernández.