Redacción Central, (PL) El triunfo de Evo Morales en Bolivia devino nueva muestra del agotamiento de las políticas neoliberales aplicadas a Latinoamérica sin considerar costos Abrumada por las dificultades económicas y sociales, la región se rebela ante quienes promueven la concentración de la riqueza, la exclusión y la inequidad.El candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), con mayoría absoluta en las elecciones presidenciales de Bolivia (más de 53,8 por ciento de los votos), representa la emancipación de los derechos sociales postergados también allí por mucho tiempo.Un rápido vistazo al mapa político del subcontinente permite comprobar el avance de las fuerzas progresistas: a los éxitos de Chávez en Venezuela, Lula en Brasil, Kirchner en Argentina y Torrijos en Panamá se sumaron este año Morales, y Tabaré Vázquez (Uruguay). En América Latina están dadas las condiciones para una irrupción de la izquierda en el poder, ante el agotamiento del modelo neoliberal en la región, auguró el politólogo brasileño Emir Sader.Para el filósofo y profesor de las universidades de San Pablo y del Estado de Río de Janeiro, los nuevos tiempos también traen aires ventajosos para el MERCOSUR como bloque integrador.El giro a la izquierda que se registra en América del Sur tarde o temprano llegará a Paraguay, porque el electorado busca el cambio, afirmó por su parte el presidente del Senado, Carlos Filizzola.Filizzola, quien hizo una profunda crítica de la situación interna de su país, señaló que en el Congreso se realiza una intensa labor, y consideró necesario un cambio que los incorpore a ese "viraje".En Paraguay, el Partido Colorado lleva más de medio siglo en el poder, incluidos los años de la dictadura de Alfredo Stroessner.A los más humildes de los uruguayos dirige Tabaré Vázquez las medidas aprobadas en Congreso desde que asumió la presidencia en marzo: 200 millones de dólares fueron puestos a disposición del Plan de Emergencia Social (PES) para paliar el hambre.Como parte del denominado Programa de Ingreso Ciudadano, comenzó la entrega de un subsidio de unos 50 dólares mensuales a los jefes de hogares en situación de indigencia, que beneficiará a unos 250 mil. Además forman parte del PES el programa Alimentario Nacional, Emergencia Sanitaria, Educación en Contextos Críticos, Empleo Transitorio, Asentamientos Precarios y Pensiones, y Alojamiento a Personas en Situación de Calle.Ello se traduce en atención primaria de salud, facilidad para comedores escolares, y búsqueda de alojamiento para los sin techo o quienes viven en asentamientos donde no hay agua o luz.El triunfo de la coalición de socialistas, comunistas, democristianos liberales, socialdemócratas y ex guerrilleros tupamaros que lidera Vázquez dio al traste con casi 175 años de gobiernos colorados o blancos.Ahora se registran importantes avances en el tema de los derechos humanos y en las relaciones internacionales, y la población muestra simpatía y esperanza para mejorar la vida en esta empobrecida nación.Venezuela, por su parte, con un crecimiento de su economía durante ocho trimestres consecutivos, concluye 2005 con el incremento del nueve por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).Cuando el presidente Hugo Chávez asumió el cargo en 1999 encontró un país subordinado exclusivamente a las entradas por la producción de combustible fósil, que por además sólo beneficiaban a la minoría.Las estadísticas reflejan hoy como los sectores más pobres (80 por ciento de la población) están beneficiados con programas oficiales conocidos como Misiones.El acceso de cientos de miles de personas a distintos niveles educativos y a la salud de forma gratuita, y la distribución de alimentos subvencionados a millones son otros de esos beneficios. En Brasil, un balance de tres años de gestión del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, pese a expectativas insatisfechas y el descontento con su política económica monetarista, arroja un saldo de realizaciones positivas superior a cualquier gobierno anterior.Lula exhibe avances notables en la recuperación de la economía, en el campo social y en la política externa volcada hacia la integración latinoamericana y la cooperación Sur-Sur.En Argentina, las elecciones legislativas del 23 de octubre permitieron al presidente Néstor Kirchner afianzar su liderazgo, cuando la economía acumula tres años de expansión -a una tasa anual de nueve por ciento-. En este contexto ascendió ahora Evo Morales como esperanza de cambio para Bolivia, donde el 74 por ciento de la población, en su mayoría indígena, vive por debajo del umbral de la pobreza.Y el cambio ha empezado ya: hoy se revisa la nacionalización de los recursos naturales, en particular de los hidrocarburos, la reforma agraria, revalorización de las lenguas indígenas, autonomía regional y elección de una Asamblea Constituyente en junio de 2006.