Las autoridades federales en Estados Unidos han acusado a 49 personas de estar involucradas en un plan para robar fondos de ayuda destinados a víctimas del huracán Katrina
Ninguno de los sospechosos vivía en el área devastada por el huracán o se vio afectado por el siniestro.
22 de los acusados trabajaban en un centro de ayuda de la Cruz Roja en la localidad de Bakersfield en el estado de California.
Se les acusa de ayudar a familiares y a amigos a realizar pedidos de asistencia financiera falsos.
La Oficina Federal de Investigaciones de EE.UU. (FBI) fue alertada luego de que la Cruz Roja notara un número inusual de pagos en esa área.
Se estima que lo robado alcanzaría el medio millón de dólares.
El Departamento de Justicia de EE.UU. informó que podría presentar cargos contra más personas.
Las autoridades afirman que ninguno de los acusados trabajaba directamente para la Cruz Roja sino que habían sido subcontratados como empleados en los centros de asistencia.
Según una corresponsal de la BBC en Washington, la Cruz Roja acepta que la presión post-Katrina por asegurar que el dinero llegara a aquellos que lo necesitaban significó que las medidas de seguridad no eran del todo adecuadas.