Santo Domingo, (PL) El ansiado control del Poder Legislativo y los gobiernos municipales mantiene hoy a las fuerzas políticas dominicanas en una febril campaña electoral adelantada para los comicios parciales de mayo próximo.
Consciente de sus limitaciones para mantener el actual control de ambas instancias, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) anda en busca de alianzas.
De igual forma, el gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD) emplea todas sus estrategias para romper la barrera de un Congreso Nacional y gobiernos locales controlados por la oposición.
En el medio de ambos partidos se mueve el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), tercera fuerza en las elecciones presidenciales del 2004 con un ocho por ciento de los votos, y ansias de recuperar el terreno perdido para volver a ser opción de poder.
La coalición de izquierda dominicana Unidad del Pueblo anunció que sus siete organizaciones concurrirán juntas a las elecciones de mayo próximo, en la boleta del Movimiento Independencia, Unidad y Cambio (MIUCA).
Aún cuando oficialmente no ha comenzado la campaña electoral y los tres principales partidos están todavía en el proceso de escoger a sus candidatos, ya las ciudades y poblados comienzan a empapelarse de pasquines y consignas.
A más de seis meses para las elecciones parciales de medio término, como llaman aquí a la renovación del parlamento y autoridades municipales a mitad del mandato presidencial, los partidos mayoritarios se muestran inquietos e inseguros.
Un verdadero frenesí de negociaciones para eventuales alianzas guarda estrecha relación con una intensa lucha por las candidaturas al interior de esas organizaciones desde hace varios meses.
Para algunos analistas, los reformistas podrán sacar mayores ventajas en alianza con el PLD, que puede ofrecer más al controlar el Gobierno central, pero estratégicamente remarcan el camino hacia su disolución como fuerza política de primer nivel.
Con más de dos meses por delante para negociar, la máxima dirección reformista decidió suspender las consultas con otros partidos hasta conocer el criterio de su directiva nacional.
Estratégicamente, para el Gobierno del PLD es fundamental despojar al PRD del control de las cámaras legislativas, especialmente del Senado, y de una buena parte del dominio municipal, lo cual contribuiría a su debilitamiento.
Por las mismas razones, el partido blanco (PRD) trata de sumar fuerzas con el reformismo, no sólo buscando mantener su mayoría en el Congreso y los municipios sino, especialmente, para debilitar al PLD y abrir posibilidades de retorno al poder.
El artículo 62 de la Ley Electoral establece un plazo para el registro de alianzas electorales que vence a más tardar 75 días antes de las elecciones, es decir hasta el 28 de febrero, para cuya fecha todavía faltan unos tres meses.
La campaña electoral, según la ley, debe comenzar 90 días antes de los comicios, en este caso el 16 de febrero, y los partidos tienen hasta el 15 de marzo para inscribir sus candidatos.
Las negociaciones de alianzas comenzaron en octubre pasado, precipitadas por el temprano proceso de selección de candidatos, iniciado por el PRD y fijado para diciembre por el PLD y para enero por el PRSC.
En las últimas elecciones legislativas y municipales, en el 2002, el reformismo ocupó el segundo lugar, al ganar en dos provincias y 11 municipios, en tanto el PLD sólo ganó en el Distrito Nacional y en siete municipios.
El PRD se alzó entonces con una mayoría abrumadora al obtener mayoría de votos en 29 provincias y 104 municipios de 125 existentes entonces. El Partido Revolucionario Independiente (PRI) fue el cuarto ganador, en tres municipios.
En la Cámara de Diputados, el PRD obtuvo 73 curules, el PLD 41 y 36 el PRSC. En el Senado la mayoría absoluta está también en manos de la oposición, y especialmente de los perredeístas.
El partido gobernante pretende una alianza total con el reformismo para las elecciones del 2006, con candidaturas comunes en todo el país y recuadros individuales para cada partido, afirmó su secretario general, Reinaldo Pared.
Esta no sería la primera vez que el ambas fuerzas políticas establecerían acuerdos, pues Leonel Fernández llegó por primera vez al Gobierno en 1996, gracias al apoyo brindado por el ya fallecido ex presidente Joaquín Balaguer, fundador del PRSC.
La experiencia de los comicios de 1996 no abona muchas simpatías por la alianza colorado-morada (reformistas-peledeístas), pues para algunos los segundos "fueron ingratos", "comieron solos" y atrajeron parte de sus cuadros y militantes.
Pero con el PRD habrá mucho más dificultades para conseguir una buena tajada del pastel legislativo y municipal, que satisfaga las expectativas de muchos reformistas no acostumbrados a tan prolongada ausencia del poder.
Más de 300 mil dominicanos carecen todavía de documentos de identidad y deberán obtener el documento antes del 15 de enero de 2006, pues en esa fecha concluye el proceso de registro de votantes.
Por su diversidad la organización de las elecciones del 16 de mayo del 2006 es complicada, pues se van a escoger 962 regidores (concejales), 151 síndicos (alcaldes), 178 diputados y 32 senadores, cuya influencia en la gobernabilidad es decisiva.
La batalla por el poder ya comenzó en Dominicana y en los próximos meses las alianzas indicarán hacia dónde se inclinará la balanza.