El mundo se prepara este sábado para celebrar la entrada en 2006 y dejar atrás un año enlutado por catástrofes naturales y atentados terroristas, en medio del temor a una eventual pandemia de gripe aviaria
Ultimados bajo alta seguridad, los preparativos estuvieron marcados por un atentado con bomba en el centro de Indonesia que causó siete muertos y 45 heridos, este sábado en un mercado de la provincia de Sulawesi, una zona agitada por las violencias entre cristianos y musulmanes.
Este nuevo atentado tiene lugar cuando las fuerzas de seguridad se encuentran en alerta máxima en el archipiélago para evitar eventuales ataques terroristas como los que sacudieron al mundo en 2005, desde Bali hasta Londres pasando por Nueva Delhi o Bagdad.
En Sydney, cientos de miles de personas desfilarán dentro de algunas horas por el puerto, cerca de su famosa ópera, para admirar los tradicionales fuegos artificiales que son lanzados a medianoche (13H00 GMT).
Unos 1.700 policías patrullan por las calles y las playas de la gran ciudad australiana, cuyos suburbios fueron escenario a comienzo de mes de violencias racistas entre australianos blancos y jóvenes inmigrantes.
Cientos de demostraciones pirotécnicas iluminarán las capitales asiáticas, especialmente Hong Kong, que puede enorgullecerse de poseer el espectáculo más impresionante, según el libro Guinness de los Récords.
En Pekín campanas y tambores tocarán 108 veces los doce toques de medianoche (16H00 GMT), una cifra que, según la tradición budista, aleja la desdicha.
Alegres y animados, los preparativos de las fiestas contrastan con el ambiente de duelo que prevaleció el año pasado en la región, por el tsunami del 26 de diciembre que provocó más de 220.000 muertos y dejó millones de afectados.
Mientras los países de la cuenca del Océano Indico comenzaban a despertarse del peor cataclismo registrado en décadas, otra calamidad golpeó al sur de Asia el pasado octubre: un sismo causó al menos 74.000 muertos en India y Pakistán.
A finales de agosto fue Estados Unidos el que sufrió otra catástrofe por el paso del ciclón Katrina sobre Nueva Orleans y la costa de Misisipí (sureste), que provocó 1.336 muertos según un balance oficial.
El año 2005 estuvo también dominado por el temor de una propagación del virus H5N1 de la gripe aviaria.
Una mutación de este virus y su eventual transmisión entre humanos representa el miedo más grande de los expertos, que temen que si se produce esta alteración, la enfermedad se convierta en una pandemia humana.
Más de 70 personas han sucumbido al virus desde su aparición en Asia en 2003 y unos 50 países están preparando reservas de antivirales.
En el frente de la guerra contra el terrorismo, el primer ministro británico Tony Blair advirtió el sábado acerca de eventuales amenazas tras los atentados de Londres del 7 de julio, que causaron 56 muertos y 700 heridos.
"No debilitaremos nuestra determinación ante los peligros a los que estamos confrontados tanto al interior del país, como han ilustrado trágicamente los atentados del 7 de julio, como en el extranjero", declaró en su discurso de fin de año.
En todo el mundo se han incrementado las medidas de seguridad, desde Israel, que teme atentados palestinos, hasta Francia, recientemente sacudida por la violencia urbana, donde 25.000 policías y gendarmes velan por la seguridad del fin de semana y la Nochevieja.
En Nueva York, los voluntarios y miembros de los servicios de emergencia que participaron en las operaciones de urgencia y rescate tras el paso de Katrina serán homenajeados este sábado por la noche.
Representantes de los bomberos, la policía y organizaciones caritativas, así como el trompetista de jazz Wynton Marsalis, tendrán el honor de apretar en la céntrica Times Square el botón que dará inicio al descenso de la gran bola de luz que simboliza el paso al nuevo año.
A medianoche en España, como cada año, el reloj de la Puerta del Sol del centro de Madrid acompañará las 12 campanadas con un espectáculo audiovisul sobre El Quijote, despidiendo así de paso el año del cuarto centenario de la muerte de Cervantes, y dando la bienvenida a un próspero 2006.