En la isla de Ratmánov, en el estrecho de Béring, que separa Rusia de Alaska, los guardas fronterizos rusos se convertían en los primeros habitantes de la Tierra en dar la bienvenida al año 2006. Por otro lado, en Sydney, cientos de miles de personas presenciaron, cerca de su famosa ópera, los tradicionales fuegos artificiales que fueron lanzados a medianoche.
Según informó la agencia oficial Itar-Tass, Ratmánov está situada a cuatro kilómetros de la isla estadounidense de Gran Diamid y exactamente a 180 grados de longitud del meridiano de Greenwich.
Mientras tanto, casi a la misma hora, los habitantes de la ciudad más oriental de Rusia, Petropavlovsk-Kamchatski, capital de la península de Kamchatka, separada de Alaska por el archipiélago de las Aleutianas, también recibían el 2006.
En Hong Kong, cientos de demostraciones pirotécnicas iluminaron la ciudad, en un espectáculo calificado como el más impresionante del mundo, según el libro Guinness de los Récords.
HONG KONG.- Los cielos de Sydney y de Hong Kong fueron los primeros en iluminarse con los fuegos artificiales que dieron la bienvenida al 2006, abriendo la cascada de celebraciones en todo el mundo.
El fuerte dispositivo de seguridad era la nota dominante también para las celebraciones en todo el planeta.
La célebre ópera de Sydney, en cuyos alrededores se congregaron cerca de un millón de personas, fue iluminada a medianoche con los ya tradicionalmente espectaculares fuegos artificiales.
Hong Kong. Toda Asia programó actividades especiales para recibir al Año Nuevo. Hong Kong organizó un espectáculo de sonido y luz gigantesco en el célebre puerto de Victoria.
China. En Pekín, las campanas repicaron doce veces y los tambores dieron la bienvenida al 2006.
Singapur. Más de 100.000 presenciaron un show de fuegos artificiales en la medianoche de Singapur, para recibir el año nuevo.
España. A medianoche en España, el reloj de la Puerta del Sol del centro de Madrid acompaña las 12 campanadas con un espectáculo audiovisual sobre El Quijote, despidiendo así de paso el año del cuarto centenario de la muerte de Cervantes, y dando la bienvenida a un próspero 2006.
EE.UU. Representantes de los bomberos, la policía y organizaciones caritativas, así como el trompetista de jazz Wynton Marsalis, tienen el honor de apretar en la céntrica Times Square el botón que da inicio al descenso de la gran bola de luz que simboliza el paso al nuevo año.
Brasil. Río de Janeiro y San Pablo, las dos mayores ciudades brasileñas, reciben el nuevo año con multitudinarias y coloridas fiestas para unas seis millones de personas, la tercera parte de ellas en la playa de Copacabana.
La alcaldía de Río de Janeiro calcula que al menos dos millones de personas se concentran en los cuatro kilómetros de extensión de las arenas de Copacabana, la playa más famosa de Brasil.