SAN FRANCISCO, California.-Por primera vez en 51 años, los californianos celebraran el tradicional Desfile de las Rosas bajo lluvia y recibieron el
año nuevo azotados por una poderosa tormenta de agua, que ha causado serias
inundaciones obligando a las autoridades a una rápida respuesta de los
cuerpos de rescate para salvar a centenares de personas.
Lo que parecían escenas de una película de ficción, era la cruda realidad
que desde el último día del pasado año viven los residentes de California,
luego que una tormenta azotó el norte del estado, provocando inundaciones y
deslizamiento de lodo, lo que se tradujo en fuertes taponamiento del
tránsito en calles y carreteras, cuando la mayoría de los ríos y arroyos se
salieron de sus cauces.
Los meteorólogos calificaron esta tormenta como la peor en muchos años, y la
que ha provocado las peores inundaciones, dejando a centenares atrapados en
sus vehículos.
"Este tipo de tormenta azota una vez al año y es muy peligrosa porque ataca
con vientos de hasta 51 millas por horas y una incesante lluvia", explicó un
meteorólogo, de ahí que, ciudades como San Francisco entre otras
hayan sido sacudidas por fuertes deslizamientos de tierra y lodo.
Este domingo primero de enero, una fuerte tormenta atacará al sur de
California con fuertes lluvias, inundaciones y traerá avalanchas de nieve en
algunos estados vecinos
Las autoridades continúan distribuyendo bolsas de arenas para colocar diques
de contención en algunas zonas y pidieron a los residentes cercanos a los
ríos y arroyos desalojar sus vivienda y a ocupar los refugios, y traer
consigo artículos necesarios.
Un llamado de alerta fue hecho por las autoridades, ante la posibilidad de
que en las próximas 24 horas las lluvias causen serios problemas, ante la
expectativas de que el rió Russo tenga una crecida de hasta 43 pies por
encima de su nivel normal, que es de 31.
Tanto los bomberos como otros cuerpos de rescate tendrán que emplearse a
fondo para realizar una efectiva labor de salvamento, pues se esperan mas de
seis pulgadas de agua, tanto en el norte como en el sur del estado lo que
podría provocar el cierre de importantes carreteras en California.