Washington. -El presidente George W. Bush defendió ayer con vehemencia el programa de espiar a la ciudadanía sin supervisión judicial, afirmando que se trata de una iniciativa limitada que solamente vigila llamadas internacionales que entran a Estados Unidos.
Bush habló a reporteros en el Centro Médico Militar Brooke, donde visitaba soldados heridos. Dijo que la filtración a la prensa de la información sobre el programa clandestino dañó la seguridad nacional.
''Me parece lógico que si sabemos que hay un número de teléfono vinculado a Al Qaida y hay gente haciendo llamadas por ese teléfono, tenemos el derecho de investigarlo'', dijo Bush. "Ya nos atacaron antes, y seguro lo volverán a hacer''.
Cuando le preguntaron cómo le responde a los estadounidenses preocupados sobre las violaciones a su privacidad, respondió: "Si alguien de Al Qaida los está llamando, nos gustaría saber por qué''.
El presidente dijo que sabía cuáles eran las libertades civiles de la población.
''Este es un programa limitado designado para prevenir ataques contra los Estados Unidos de América y, repito, limitado'', sostuvo.
"Creo que la mayoría de los estadounidenses comprenden la necesidad de averiguar qué está pensando el enemigo''.
El Departamento de Justicia comenzó a investigar la filtración de información al diario The New York Times, que publicó un artículo el mes pasado sobre el programa de espionaje implementado por la Agencia de Seguridad Nacional desde los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
Bush, que dijo que el programa era ''vital y necesario'', esquivó responder si sabía que existía oposición a la iniciativa en niveles elevados de su gobierno y cómo podría eso haber influenciado su decisión de aprobarlo.
Indicó que el programa fue revisado por funcionarios del Departamento de Justicia y miembros del Congreso, y que continúa siendo revisado.
''El programa NSA es el que escucha a unos pocos números que reciben llamadas de afuera de Estados Unidos de personas conocidas de Al Qaida o de afiliados'' de esa red, dijo.
Agregó que pensaba que estaba procediendo dentro de los márgenes de la ley.
''El hecho de que alguien haya filtrado este programa causa un gran daño a Estados Unidos'', señaló. "Hay un enemigo allí afuera''.
Numerosos legisladores tanto demócratas como republicanos sospechan que, con el programa, Bush excedió sus poderes constitucionales y la resolución del Congreso que él ha mencionado como justificación para la medida.