TALLMANSVILLE (EEUU).- Doce de los 13 mineros que quedaron atrapados el pasado lunes en una mina de carbón de Virginia Occidental (EEUU) murieron en el incidente, según ha informado el presidente de la compañía propietaria de la mina. Tres horas antes de la confirmación de las muertes, se informó de que los 12 mineros se encontraban vivos, lo que provocó el júbilo de las familias.
La secretaria de Trabajo de EEUU, Elaine Chao, expresó su pesar por la muerte de los trabajadores y prometió que el Gobierno federal investigará las "causas de esta tragedia". "Nuestros corazones y nuestras plegarias van con las familias, los amigos y los seres queridos de los 12 mineros", indicó en un comunicado.
El secretario adjunto interino de Trabajo, David Dye, quien encabeza la Dirección de Sanidad y Seguridad de Minas, dijo que la investigación "evaluará todos los aspectos del accidente y la respuesta, incluido el cumplimiento con todas las normas federales de sanidad y seguridad".
Ben Hatfield, presidente de International Coal Group (ICG), atribuyó el fallo a un error de comunicación entre fuentes de la compañía y los familiares, que tras conocer las primeras informaciones se lanzaron a las calles de la localidad de Sago gritando: "Están vivos, están vivos".
"Los informes de los equipos de rescate hablaban de varios supervivientes, pero se ha confirmado que se trataba de un error de comunicación", aseguró Hatfield. El responsable de ICG también subrayó que el único superviviente es Randall McCloy, un minero de 26 años que fue trasladado de urgencia a un hospital cercano en estado grave.
Hatfield, que calificó la jornada como "el peor día de mi vida", quiso aclarar que su compañía no había confirmado en ningún momento las informaciones erradas, aunque tampoco quiso culpar a los equipos de rescate.
Un amigo de los atrapados contó a la CNN que un oficial de la mina salió esta madrugada del yacimiento gritando: "Hay 12 supervivientes". Este testigo, cuya identidad se desconoce, también informó de que en ese momento los equipos de rescate se encontraban aún en el interior del pozo.
En una conferencia de prensa, el gobernador del estado, Joe Manchin sostuvo que se enteró del supuesto hallazgo cuando los familiares comenzaron a gritar de alegría en la Iglesia Baptista de Sago. "No tengo respuestas para lo ocurrido. Ojalá las tuviera", sentenció un cariacontecido Manchin.
El gobernador insistió ante los periodistas que nunca había dado por salvados a los trabajadores y que había descubierto que la información no era correcta 20 minutos después del anuncio. "Tardamos tres horas en ofrecer la confirmación definitiva porque no podíamos volver a fallar", remató Manchin.
Según la cadena Fox, el malentendido se produjo cuando los equipos de rescate anunciaron que habían encontrado 12 cuerpos y se disponían a comprobar si mantenían signos vitales. Entonces, los familiares estallaron en gritos de alegría e hicieron sonar las campanas de la Iglesia.
Parecía la confirmación del "milagro" al que había apelado el gobernador Manchin el martes. Sin embargo, desde un principio, las estimaciones apuntaban al pesimismo, dados los niveles de monóxido de carbono, tres veces superiores al límite seguro.
El siniestro se produjo el lunes pasado, cuando una explosión en una mina de carbón de Sago, en la zona central de Virginia Occidental, dejó atrapados a 19 trabajadores a 90 metros de profundidad. La explosión, cuyas causas aún se desconocen, dañó los equipos de comunicación de forma irreparable.
Los grupos de rescate encontraron esta madrugada el cadáver de un minero, el único que se mantiene, hasta ahora, alejado de esta polémica.
La búsqueda, que hasta última hora parecía que terminaría sin supervivientes, no se paralizó pese al creciente peligro de una explosión del gas venenoso acumulado en los túneles de la mina.
Este yacimiento, que producía 800.000 toneladas anuales de carbón, contaba con 145 trabajadores y había reanudado su actividad el lunes, después de unos días de vacaciones. Desde octubre, el organismo estatal encargado de la seguridad en el sector minero había remitido 50 informes con varios problemas en este recinto.