Para Francis Fukuyama, el problema básico pasa crear un tipo de inclusión democrática en instituciones políticas sólidas, lo que no les implicará necesariamente cambiar la forma de la democracia, pero hacerla real para la gente, lo que en cierto sentido está haciendo Hugo Chávez en Venezuela. Pero sostiene que el problema de Chávez es que está ignorando las instituciones políticas ya existentes, removiendo todos los balances, y ha hecho un tipo de dictadura democrática, eso no es real democracia.
Es un hombre admirado por unos, especialmente resistido y criticado por otros, pero sus palabras y sus libros han conmovido y agitan todavía el mundo de hoy, igual que cuando lanzó sus ideas poco después del fin de la guerra fría y la caída del muro de Berlín.
Para Francis Fukuyama no tiene que retroceder ni desdecirse de sus opiniones en "El fin de la historia y el último hombre", cuando en 1992, en un abierto desafío sostuvo que con la caída del comunismo y el triunfo de las democracias liberales comenzaba la etapa final y no había más lugar a batallas ideológicas.
Fukuyama tiene su bastión en un pequeño escritorio, en la influyente Universidad John Hopkins "de Estudios Internacionales Avanzados" en Washington, dando los últimos toques a un nuevo libro que verá la luz en la Universidad de Yale, en marzo de 2006, dirigido al ciudadano estadounidense, especialmente al círculo político de derecha, titulado: "América en la encrucijada democrática, poder y legado neo conservador".
Francis Fukuyama, nacido en Chicago, en el seno de una familia japonesa, en 1952, se graduó en Harvard, especializándose en política económica internacional, y en la ex URSS y siempre fue y es un ferviente defensor de las reformas neoliberales políticas y económicas.
Enfrascado en su trabajo diario, sus conferencias, viajes y en afinar el borrador de su sexto libro, resiste las entrevistas, cedió ante los periodistas del "Grupo de Diarios de América" (GDA) que integra "El País", por la perseverancia de la corresponsal de "El Mercurio", Antonieta Cadiz, que insistió telefónicamente y en las puertas de su oficina, hasta que logró un valioso "sí, sin condiciones".
Fukuyama respondió a una larga serie de preguntas y realizó una verdadera radiografía del continente americano: "Chávez mantiene una dictadura democrática y el problema de Latinoamérica radica en que es atraída por soluciones populistas que no son sostenibles, sirven para corto plazo".
No piensa que Estados Unidos pierda su rol hegemónico en el mundo, aunque "cree que la invasión a Irak fue un error y que no ha jugado bien las cartas: los estadounidenses somos arrogantes y hemos generado el antiamericanismo."
Informes de Estados Fallidos del 2005, Fondo para la Paz y la Revista Foreign Policy, destacan a Colombia, Paraguay, Venezuela, Perú y Ecuador como Estados fallidos en distintos niveles, ¿está de acuerdo en aplicar esa definición, en un enfoque que usted aborda en su último libro sin mencionar países?
No. Para que fueran estados fallidos sus respectivos gobiernos no deberían existir, como los casos de Somalia, Haití y Afganistán. Todos estos países en cambio cuentan con sus gobiernos, aunque tengan evidentemente problemas y fuentes de inestabilidad.
¿Cuál es su opinión entonces sobre Ecuador, Bolivia, Venezuela y Colombia?
Ecuador y Bolivia tienen grandes movilizaciones y grupos representando a los indígenas, la prueba la acaba de dar Bolivia, el 22 de enero asume Evo Morales el gobierno. En Venezuela el problema es distinto, ellos tienen un sistema de clases jerárquico estratificado, pienso que las elites, los dos partidos tradicionales que han competido por el poder, con el tiempo dejaron de representar los intereses de una gran parte de la población y las personas que hoy están votando por Hugo Chávez, son los que se sintieron excluidos. El sistema va a funcionar mientras exista suficiente petróleo para seguir comprando, pero eso no es una solución a largo plazo. Colombia, por su parte, tiene un estado realmente débil, que no ejerce mucha autoridad en el país, junto con las rebeliones de largo plazo que se han sucedido durante el tiempo.
¿ Y cómo piensa la evolución en un estado como Haití?
El problema básico, es crear un tipo de inclusión democrática en instituciones políticas sólidas, lo que no les implicará necesariamente cambiar la forma de la democracia, pero hacerla real para la gente. En cierto sentido, eso es lo que Hugo Chávez está haciendo en Venezuela, el problema es que está ignorando las instituciones políticas ya existentes, removiendo todos los balances, y ha hecho un tipo de dictadura democrática, eso no es real democracia.
¿Podrá ocurrir un hecho similar en Bolivia y Ecuador?
Creo que el desafío en Bolivia y Ecuador, es hacer que los miembros de la comunidades indígenas se sientan parte del sistema político por el que están votando, que tengan un candidato que los represente, pero al mismo tiempo sin comprometerse con una política improductiva. El problema para Latinoamérica es que es atraída por soluciones populistas que no son sostenibles, sirven para un corto plazo, pero no para un desarrollo político mayor.
¿Qué rol jugará Latinoamérica en el contexto mundial?
Latinoamérica es una de las área más desarrolladas del hemisferio sur, en muchas partes hay por ejemplo, corporaciones multinacionales. Si lo proyectamos al futuro, si se puede tener un nivel mínimo de estabilidad política y políticas razonables, pueden tener crecimiento económico y modernización, desarrollándose debajo de democráticas instituciones. Son cosas muy buenas las que están pasando hoy en muchos de los países latinoamericanos. Pero es un proceso realmente lento, no avanza con la rapidez de la década de los 90, como la gente espera.
¿Cree que Estados Unidos sigue y seguirá teniendo un liderazgo hegemónico, considerando otros actores importantes como la Unión Europea y China?
Creo que actualmente Estados Unidos ocupa un rol hegemónico y no veo que eso cambie. Mi opinión es que no hemos jugado bien nuestras cartas, porque hemos sido un poco arrogantes en nuestro ejercicio del poder, lo que ha generado un antiamericanismo, no sólo en América Latina y en el Medio Este, sino también en Europa, quienes en la historia han sido nuestros aliados más cercanos. Creo que eso ha sido un obstáculo en el ejercicio del liderazgo, pero creo que si se mira alrededor del mundo, no creo que Europa esté lo suficientemente cohesionada en el futuro para ser un real desafío. Creo que a largo plazo China podrá convertirse en un competidor más fuerte, porque los valores son diferentes y es un país de grandes dimensiones que en unos 10 o 15 años se podría levantar a status de súper poder.
¿Qué piensa de Irak?, ¿cómo ve su evolución hasta el término del gobierno de Bush?
Creo que la invasión fue un error. Pero ya estando creo que necesitamos asegurarnos de que no nos vamos a ir de una forma prematura o en medio de una situación caótica que lleve a una guerra civil, que cree un conflicto de largo aliento. Es importante decir que creo hay una salida.
¿ Qué solución imagina?
Estados Unidos claramente quiere salir, pero se tiene que manejar para dejar instituciones lo suficientemente fuertes en Irak de forma que el nuevo régimen se pueda defender. Sospecho que esto es lo que va a suceder durante el tiempo que dure el período del presidente Bush.
¿Esta guerra está resquebrajando la imagen de Bush, lo está debilitando?
Sí, es correcto. Su popularidad va para abajo. Ahora parece estar en un punto muy bajo, se juntó aparte el tema del huracán, pero quedan tres años y muchas cosas pueden cambiar. Creo que la situación militar en Irak no es tan mala como la gente piensa, es terrible el tema de las víctimas, pero eso no es suficiente para desestabilizar un gobierno y probablemente debajo de la superficie están ocurriendo cosas que sugieren que los líderes estarán más cohesionados y serán capaces de cuidar de ellos mismos mejor.
Cuando Bush salió reelecto tenía el discurso de no comprometerse en la reconstrucción nacional" de Irak y sin embargo, lo está haciendo.
Es verdad. De hecho tengo temor a largo plazo, cuando él se postuló para presidente en el 2000 tomó una actitud conservadora republicana tradicional, diciendo que no se involucraría en el Nation Building, que parecía tender más hacia el aislacionismo y ahora está atascado con la política en Irak. Creo que a largo plazo hay un peligro de aislacionismo, por lo que creo que las posibilidades de nuevas intervenciones tipo Irak, en Irán y en otras partes del mundo son bajas, creo que va a ser reacio a comprometer a las fuerzas armadas de nuevo.
La Identidad es un problema serio para muchos inmigrantes europeos, como se pudo ver hace unas semanas atrás en Francia. ¿Qué opina?
Creo que ese es un problema muy serio en Europa porque muchos países en el hemisferio oeste han sido más exitosos en integrar inmigrantes. Basta sólo mirar a América Latina donde tienen personas con nombres como Fujimori, Menem, Aylwin, vienen de todo el mundo. Pienso que en Europa no ocurre eso, ellos tienen una conciencia de quiénes son, mucho más basada en las etnias, es difícil para un alemán aceptar a un turco como un amigo alemán, pero creo que tienen que hacerlo, para que los inmigrantes puedan integrase más a su sociedad.
Las próximas elecciones presidenciales son en Chile, la segunda vuelta ¿cómo ve el resultado y la imagen que deja el presidente Lagos?
Será muy interesante si tienen una presidente mujer. Pienso que el sistema electoral funciona muy bien, tienen estabilidad política y líderes políticos responsables. Creo que Lagos tiene muy buena imagen. El hecho de que sea parte de la Concertación, dio una cierta seguridad de que él no iba a presionar la política económica a una dirección populista. Y de hecho ha sido un excelente presidente en muchos aspectos.
Fuente: EL PAIS-Uruguay. Reportaje realizado por Daniel Herrera Lussich.