SANTIAGO.- La posible alianza entre los partidos Revolucionario Dominicano y Reformista Social Cristiano, podría provocar el replanteamiento de las candidaturas congresuales y municipales del Partido de la Liberación Dominicana en esta provincia.
De esta posibilidad no está ajeno el diputado peledeísta Julio César Valentín, quien aspira a la nominación a senador por ese partido y cuya candidatura, de acuerdo a versiones que circulan aquí, podría recaer nuevamente en el actual procurador general de la República, Francisco Domínguez Brito.
Valentín, un dirigente del PLD que cuenta con una amplia aceptación, tanto dentro como fuera de ese conglomerado político, dijo que está al tanto de ese rumor, pero que oficialmente nada se le ha informado “por lo que este fin de semana reinicio mis actividades públicas y privadas, en busca de la candidatura senatorial”.
De acuerdo a los datos aportados por una fuente bien enterada de las intríngulis peledeístas en esta provincia, la alta dirigencia de esa institución política se apresta a llevar de nuevo como su candidato a senador a Domínguez Brito.
Todo esto, fundamentalmente ante el posible acuerdo entre el PRD y el PRSC, estimando los morados que, aunque ese partido es sólido en esta provincia, con Valentín les resultaría difícil imponerse a la denominada “alianza rosada”, mientras que con Domínguez Brito puede echar el pleito electoral en esta demarcación.
Consultado sobre el particular, Valentín admitió la existencia de esos rumores y dijo que está dispuesto a acatar cualquier decisión que, en ese sentido, tomen los altos mandos nacionales del Partido de la Liberación Dominicana.
No obstante, adelantó que, si tal imposición se produce, bajo ningún concepto aceptará ser nuevamente candidato a diputado, curul que se da por descontado retenga, en base a la amplia aceptación que tiene en el distrito electoral al que pertenece, a lo que se adiciona su bajo perfil tanto dentro como fuera del PLD en esta zona.
Eso sí, garantizó que sería uno de los principales activistas de Francisco Domínguez Brito, en caso de que realmente se produzca esa decisión “porque para mí lo importante es que los candidatos de mi partido ganen, sin importar quienes sean”.
Como se recordará, Domínguez Brito fue declarado perdedor en las elecciones del 2002, con un poco más de mil votos menos que el triunfador, Víctor Méndez.
Se sabe que el entonces presidente Hipólito Mejía apoyó incondicionalmente y en todos los sentidos la candidatura de Méndez, por lo que se estimaba que éste derrotaría a Domínguez Brito sin mayores dificultades.
Empero, el carisma del joven dirigente peledeísta, agregada a su seriedad profesional, política y personal, fueron minando la casi segura elección de Méndez, hasta desembocar en un triunfo cuestionado, que finalmente fue avalado por la Junta Central Electoral.