Santo Domingo.-La voracidad de las autoridades fiscales por las recaudaciones antes que la prevención para evitar que la usura y el agiotismo se apoderaran del mercado de bienes y servicios, fueron las causas que desencadenaron la desaforada escalada alcista en los precios de más de 200 artículos de consumo, incluyendo una enorme cantidad de productos que forman parte de la canasta familiar.
Desde la misma aprobación de la Reforma y por experiencia propia la gente estaba avisada de lo que vendría después del 1 de enero. De manera, que no bien comenzó el lunes día 2, cuando el consumidor descubrió que lo que vendría era peor, cuando en colmados, supermercados, farmacias, ferreterías y otros establecimientos comerciales, le dijeron que casi todo había subido de precio.
La reacción de la población consumidora no se hizo esperar y la respuesta del director general de Impuestos Internos, Juan Hernández, fue la expresión típica de un celoso funcionario recaudador, señalando que eso no debía estar pasando ya que mucho de los artículos gravados con el Itebis se beneficiarían con el desmonte de la Comisión Cambiaria.
El martes tres fueron los dirigentes comerciales quienes se expresaron para denunciar que en la Dirección General de Aduanas seguían "facturando" la Comisión Cambiaria en violación a lo establecido en la nueva reforma tributaria puesta en vigor.
Ha sido después de las denuncias, los abusos, las protestas y los reclamos, que las autoridades de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) anuncian que habilitarán una lista de los artículos y productos que deberán subir de precios como fruto del nuevo "piquetito fiscal" y otra de los que deberán esta libres de esos gravámenes.
Como de costumbre las autoridades, entre ellas la desacreditada Dirección General de Control de Precios que es una dependencia de la Secretaría de Industria y Comercio, han amenazado con mover la acción pública en contra de los especuladores, pero hasta el momento ni una ni otra cosa han ocurrido, ya que las listas explicatorias de los bienes y servicios gravados y no gravados que deberán establecerse en lugares visibles de los establecimientos comerciales, parece que están pendientes de diseño en alguna publicitaria.
A DIOS ROGANDO Y CON EL MASO DANDO
Con este asunto de los precios por la nube fruto de la reforma fiscal no se sabe a quién creerle, si a los comerciantes que acusan y se defienden alegando, entre otras cosas, carestía de los combustibles y reposición de capitales, o a las autoridades con facultades para aplicar la ley, pero que andan como el Dios rogando y como el mazo dando.
Eso quiere decir también, que mientras el hacha va y viene, descansa el palo, ya que como han reseñado algunos periódicos siguen incontenibles los aumentos de precios en decenas de artículos de consumo diario, sin que las listas prometidas por las autoridades y mucho menos los inspectores de Control de Precio, aparezcan por ningún lado.
Mientras algunos comerciantes aumentaron los precios de los productos en un 16 por ciento a causa de los nuevos impuestos, otros fueron aumentados antojadizamente.
En muchos comercios los artículos grabados con un 16 por ciento a causa del Impuesto a los Bienes Industrializados y Servicios (Itebis), fueron aumentados desde un 20 hasta un 50 por ciento.
El AGUA, LA CERVEZA, EL RON Y LOS CIGARRILLOS
Entre los artículos aumentados de precio están los cigarrillos, las cervezas, el ron, las pastas alimenticias, el agua embotellada, los detergentes, el jabón de baño y de lavar, las sopitas y otros condimentos, los pañales desechables y las leches y suplementos vitamínicos para niños, según pudieron comprobar los periodistas.
Sin embargo, no han registrado aumentos de precios de los productos agropecuarios, entre ellos el arroz, las habichuelas, los plátanos, el ajo, la cebolla y otros que mantienen los mismos costos desde hace dos semanas.
Los cigarrillos, que fueron grabados con un impuesto selectivo al consumo y que antes costaba 45 pesos una cajetilla de 20 unidades, hoy era vendida a 55, 58 y hasta a 60 pesos en distintos establecimientos.
El aumento oficial en los precios en las cervezas fue de 15 centavos en las pequeñitas de 7 onzas, de 26 centavos en la pequeña de 12 onzas y de 47 centavos en la grande de 22 onzas.
Empero, en los distintos establecimientos comerciales la pequeñita fue aumentada en tres pesos, es decir, dos pesos con 85 centavos más que el autorizado; a la pequeña de 12 onzas le subieron cinco pesos, lo que equivale a cuatro pesos con 74 centavos por encima de lo autorizado.
La cerveza grande fue aumentada también cinco pesos, cuatro pesos con 53 centavos por encima del nivel autorizado oficialmente.
El ron fue aumentado en diez pesos la botella de 350 cc, cuyo aumento oficial apenas fue de 6 pesos con 85 centavos, y 20 pesos las de 750 cc, cuyo incremento oficial debió ser de 14 pesos con 68 centavos.
Un litro de Brugal Extra Viejo que antes costaba 100 pesos, hoy vale 120 pesos en casi todos los establecimientos que expenden ese tipo de producto.
La malta pequeña, que ante eran vendida a 12 pesos, fue aumentada un peso, las medianas que antes tenían un costo de 15 pesos fueron subidas a 18, y las grandes subieron de 28 a 30 pesos.
Los botellones de agua para consumo humano, que hasta hace poco se vendían a 35 pesos, en muchos colmados eran vendidos hoy a 40 y 45 pesos, pese a que las plantas envasadoras no han dispuesto ninguna alza.
Otros artículos que registran una situación inestable son los quesos, embutidos, servilletas y otros productos de papel, la sal, el vinagre y otros .