Tegucigalpa. El motín que se registró el jueves en la Penitenciaría Nacional, cercana a Tegucigalpa, dejó un saldo de 13 reos muertos y al menos un herido, según informes preliminares del ministro hondureño de Seguridad, Armando Calidonio.
Los informes de las autoridades hondureñas indican que, al parecer, la matanza fue producto de una riña entre internos que estaban recluidos en el módulo conocido como "Casa Blanca", al que remiten a los reos que son considerados "muy peligrosos".
Jaime Banegas, director de Centros Penales, declaró, en Tegucigalpa, que el hecho se registró hacia las 15.20 horas locales, 21.20 GMT.
"Se escucharon varios disparos en el módulo conocido como Casa Blanca, donde hubo una pugna de poder entre los internos, con un arma de fuego todavía no determinada, y se le dio muerte a trece personas privadas de libertad y hay una persona herida", agregó.
Los reos fallecidos fueron identificados como Olman Osorto, Marcos Padilla, Arcadio Padilla, Walter Flores, Carlos Vigil, Noé Casco, Carlos Turcios, Yesmi Paniagua, Adalbero Portillo, Jimmy Rodríguez, Joel Barahona, Edil Cano y Marvin Umanzor.
El ministro Calidonio dijo a los periodistas que se desconoce el arma que fue utilizada en el crimen múltiple, que de nuevo retrata las deficiencias del sistema penitenciario de Honduras.
Agregó que se han iniciado las investigaciones del caso con todas las autoridades correspondientes, incluido el Ministerio Público y los médicos forenses para identificar los cadáveres.
La seguridad en las instalaciones del centro penal ha sido reforzada con elementos del batallón especial "Cobras", de la Policía Nacional.
Calidonio subrayó que la Penitenciaría Nacional tiene recursos limitados para garantizar una seguridad efectiva a los reclusos.
La situación, según Calidonio, ha sido controlada en la Penitenciaría, que se localiza unos 20 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
"Ahora todo está en calma y bajo control, además se están tomando acciones a nivel nacional", dijo el ministro de Seguridad.
En la misma Penitenciaría Nacional, en 2005 fueron ejecutados cerca de una treintena de reos, sin que hasta ahora hayan sido esclarecidas las causas.
La matanza de hoy se suma a la registrada el 5 de abril de 2003 en la Granja Penal de El Porvenir, en el Caribe de Honduras, donde murieron 68 personas, de los que 65 eran reclusos. Las tres restantes, incluida una niña, eran visitantes.
Entre los responsables de ese crimen figuran policías, militares y reos, según diversas fuentes oficiales.
Al menos 25 de las 68 personas murieron quemadas en el interior de dos celdas, informó en mayo de 2004 el Comisionado de los Derechos Humanos, Ramón Custodio, durante la presentación de un informe de lo ocurrido un año antes.
Los demás murieron por disparos de armas de fuego y heridas con puñales, machetes y golpes contusos.
El mismo informe de Custodio señala que 60 de los fallecidos eran miembros de la pandilla ("mara") M-18, mientras que otros cinco fueron identificados como reos comunes.
El 17 de mayo de 2004, unos 107 pandilleros murieron quemados y asfixiados en el presidio de San Pedro Sula, 243 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
Las autoridades del centro penal atribuyeron la muerte de los pandilleros a un incendio provocado por un recalentamiento en las líneas de conducción de energía eléctrica.
Las matanzas de El Porvenir en abril de 2003 y la de San Pedro Sula en mayo de 2004 no han sido del todo esclarecidas por las autoridades del país centroamericano, que reconocen que las cárceles del país son verdaderas "bombas de tiempo".
Los reos no tienen garantizada su vida en ninguno de las 24 cárceles del sistema penitenciario de Honduras, que se caracterizan por construcciones obsoletas en las que además prevalece el hacinamiento.
Los fallecidos son:
Marco Padilla
Walter Flores
Carlos Turcios
Obed Barahona
Olman Osorto
Arcadio Padilla
Carlos Vigil
Noé Casco
Jesmin Paniagua
Alberto Portillo
Jimmy Rodríguez
Marvin Umanzor
Edil Cano Salinas