Santo Domingo.-El rector de la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD) exhortó a los jóvenes a tener iniciativas, a hacer lo mejor que puedan en donde quiera que se encuentren y a mirar el futuro con fe, optimismo e ilusión.
También los invitó a vivir por decisión propia, a no dejarse manipular, a hacer lo que deban, a actuar concientemente, a valorarse a sí mismos, a mantener los valores y principios, a decir la verdad y a trabajar por la excelencia en un mundo marcado por una disyuntiva moral.
“Hagan todo el bien puedan, de todas las formas que puedan, en todos los lugares que puedan, en todos los momentos que puedan, a todas las personas que puedan, mientras puedan”, enfatizó el Padre Ramón Alejandro Alonso al dirigirse a los graduandos de la trigésimo quinta investidura ordinaria de ese centro superior de estudios.
Instó a los y las jóvenes a escribir la historia del futuro en paz y en democracia, encarnando a un ser humano que se preocupe por alimentar su espíritu y enfatizó la necesidad de que el egresado o egresada de la Universidad Católica Santo Domingo sea capaz de ser personero de una utopía; que crea en ella de tal manera que la haga creíble; que tenga capacidad de soñar y de asimilar los golpes de la realidad.
El padre Alonso llamó a los universitarios ser ambiciosos en el buen sentido de la palabra y a que no dejar que se apague su capacidad de entusiasmo.
“Cuando se apaga la capacidad de entusiasmo es improbable que exista ambición -¡una palabra desacreditada!-. Pero la ambición es legítima y necesaria; se entiende, ambición de hacer cosas que valgan la pena, no "contra" nadie -la siniestra tentación en la que fácilmente se cae-, sino a favor de lo valioso, de lo que justifica la existencia del mundo y de cada una de sus partes”, afirmó.
El acto, en el cual 320 profesionales fueron investidos en diferentes carreras, fue dedicado a la memoria de don Luis Augusto Ginebra (Payo) y don Máximo Pellerano, fallecidos en 2005 y quienes en vida fueron miembros de la Fundación Universitaria Católica y a los que el padre Alonso definió como hombres con visión de futuro. “Dos hombres a quienes agradeceremos siempre su presencia animadora, inteligente y profesional”, resaltó el rector de la UCSD.
Ramón Alejandro Alonso recordó a los graduandos que la profesión es una forma de servicio a la sociedad y que esta misión está consagrada desde el principio de la vida universitaria como una de las grandes funciones de la misma.
El padre Alonso pidió a los nuevos profesionales jurar por la verdad como norma en sus vidas, así como cumplir con sus deberes profesionales con competencia y dedicación y aseguró que no es frecuente escuchar a alguien defender el derecho del hombre a la verdad, preguntándose por qué no se escuchan en nuestra sociedad gritos de protesta contra la mentira.
“La mentira es hoy uno de los presupuestos más firmes de nuestra convivencia social. El mentir es aceptado como algo necesario, tanto en el complejo mundo del quehacer político y la información social como en ‘la pequeña comedia’ de nuestras relaciones personales”, explicó, asegurando que difícilmente se construya nada verdaderamente humano basamentado en la mentira y la falsedad.///