Woodlawn.NY.- Es demasiado alto el precio que paga la comunidad dominicana en Estados Unidos, específicamente la asentada en el Estado de Nueva York por comprometerse con los políticos, los partidos y el gobierno dominicano como tal.
Laborar para la sede consular se ha convertido en un problema. Cuando no son las presiones del Departamento de Estado con sede en Washington, son las peledeítas de ego y poder de los grupos en pugna del propio Partido de la Liberación Dominicana
En noviembre pasado fueron suspendidos seis empleados de la sede consular, las medidas fueron atribuidas a la necesidad de registración de la empleomanía Consular con cuyo formulario quedó al descubierto el estatus migratorio de algunos de ellos. Solo permanecieron aquellos nombrados mediante decreto por el Presidente Leonel Fernández aun no tuvieran su estatus resuelto. La medida de suspensión se produjo inmediatamente después de que se recibiera un memo en el cual se anunciaba la visita de tres Inspectores del Departamento de Estado.
Bueno, y si de Acreditación se trata por ello ya pasaron los cónsules Bienvenido Pérez del Partido de la Liberación Dominicana y Luís Eludis Pérez del Partido Revolucionario Dominicano, quienes tuvieron que pagar con el retorno forzado a la media isla sus cargos como cónsules, limitando sus retornos a la urbe con visados especiales. En iguales condiciones se encuentra varado en RD, el ex-vice Henry Taveras (PRD).
Varios días después de la mencionada visita, circuló un rumor que daba cuenta de que el Cónsul Francisco Fernández planeaba renunciar antes que entregar sus credenciales como ciudadano norteamericano. Sin embargo, ha trascendido que Fernández sí inició el proceso de Acreditación. Aunque todo ello bajo la mirada incrédula de los miembros de las distintas tendencias dentro del partido morado, quienes consideran que los “despidos masivos de empleados y compañeros del consulado bajo el pretexto de acreditación consular: …” no es más que un juego inmoral e inaceptable por la comunidad del Exterior: El dirigente y cabeza es el primero que debe aplicarse la ley así mismo”.
Aunque la Acreditación (entregar su residencia o acta de naturalización), la Registración (llenar un formulario dejando constancia de cuántos empleados tiene el Consulado), y recortes de personal por razones de presupuesto aparentan ser las causas para las cancelaciones, algunos también lo atribuyen al grupismo y las divisiones dentro del Partido de la Liberación Dominicana. De ahí que sectores interesados dentro y fuera del partido víctimizan por igual a danilistas(de Danilo Medina) y a jaimedavisistas(Jaime David Fernández).
De modo que existen razones y razones más allá de las señaladas, ello aunque algunos partidistas hacen el recordatorio de que entre los cancelados en noviembre y más recientemente al menos una gran parte son del Grupo de Danilo Medina. ¿A quien le creo? Las áreas afectadas son Pasaporte, Factura Consular, Prensa y Seguridad. Digamos que las últimas suspensiones recayeron básicamente en la gente de Jaime David, en algunos empleados independientes como el caso del periodista Darío Abreu e incluyamos a los pobrecitos adeptos de Danilo Medina.
Ciertas o no las versiones que dan matiz grupal a las cancelaciones digamos que el Cónsul Francisco Fernández, se cura en salud, también protege sus intereses económicos, pues a menos salarios, viáticos y gastos en el consulado, más dividendo para sus bolsillos. Eso en lo que el Presidente Fernández hace realidad su promesa de asignarles salarios a los cónsules.
El Cónsul Fernández estará hasta agosto de este año en lo que entra en escena Marcos Montilla, en vuelo directo y sin escala desde el Estado Jardín New Jersey…
Por lo pronto las divisiones y tendencias del PLD se están reflejando con mayor intensidad en la sede consular, donde ciertamente hay de todo. De todo que incluye nombramientos sin ton ni son como es el caso de la señora Sobeida Durán, Encargada de Cultura del Consulado, tildada por algunos peledeista de "militante joven que no ha hecho mérito".
En la lluvia de nombramientos incluyo a los once empleados que valientemente el Comisionado Franklin Gutiérrez, le dejó en las manos a Eduardo Selman, al ex-cónsul José Fernández y a dirigentes de la seccional de Nueva York, esas personas están nombradas como empleados/as del Comisionado pero con estrictas órdenes de no “pisar” la Casa de la Cultura, por lo menos a la hora de cobrar sus respectivos cheques, los cuales deben recoger en el Consulado Dominicano.
Pero donde se caen algunos de los argumentos al Cónsul Francisco Fernández es cuando se verifica que detrás de cada suspensión nuevos nombramientos se firman y especialmente cuando se comprueba que en el Consulado existen tres personas haciendo lo mismo en Cultura, en relaciones públicas o en pasaportes. Nunca antes el Consulado dominicano había tenido tantos empleados haciendo exactamente lo mismo.
Nunca antes los enclaves y “manager” de grupos y tendencias del partido morado habían tenido tantos representantes juntos e incluso con supremacía dentro y fuera del consulado. Por ejemplo los danilistas pro –Leonel Fernández, comenzando por el propio Cónsul, tienen fuera de la sede consular como sus cabezas pensantes a Frank Cortorreal, Emiliano Espinosa y Luís Ligowhg, entre otros.
La marea de líos, conflictos, enlaces, cancelaciones e islas de poder que reina en el Consulado hasta ahora encubiertos, no existieran si la comunidad dominicana tuviera algún doliente real, no protagonistas de ocasión sino, sino auténticos dolientes capaces de levantar las reivindicaciones específicas de la comunidad dominicana no para blandir juegos verbales de nuestra condición transnacional, diaspórica y últimamente "ultramarosa" , no para ensalzar a seudos promotores culturales y apadrinar fundaciones culturales fuera de la ley, sino que capaz de monitorear lo que se hace con el dinero del Consulado Dominicano, quiénes lo administran y cuál es el porcentaje real que se lleva el cónsul. Si existiera este monitoreo la cuota a pagar por la comunidad no sería tan alta y no hubiera más tela por donde cortar.