Condenado por violar el derecho de autor

Santo Domingo.-Después de casi tres años de incidentes en los tribunales, el merenguero Wilfrido Vargas fue condenado al pago de 50 mil pesos de indemnización y 50 salarios mínimos, tras ser encontrado culpable de violar la ley 65-00 sobre derecho de autor en perjuicio del compositor Winston Paulino. El juez de la Novena Sala Penal del Distrito Nacional, Daniel Nolasco Olivo, determinó que Vargas incurrió en violación al interpretar los temas "Por la plata baila el mono" y "El baile del perrito" sin pagarle los derechos de autor a Paulino.

El fiscal adjunto actuante en el caso Juan de Dios Ventura González solicitó al tribunal acoger circunstancias atenuantes a favor del demandante y que se modifique la calificación a la violación de los artículos 4, 17 y 19 de la ley 65-00.

Se recuerda que este caso, que data del año 2003, se complicó en los tribunales cuando en medio de la demanda y la contrademanda, salió a relucir una supuesta violación de la que habría sido víctima la ex-mujer de Paulino, Yokasta Sánchez, por parte de Wilfrido Vargas.

LA HISTORIA

Winston Paulino, músico y compositor que por muchos años estuvo al servicio de la orquesta de Wilfredo Vargas, le reclamó inicialmente a éste, a mediados de 2003, el derecho de co-autoría de los temas “El baile del perrito”, y “Por la plata baila el mono” por los cuales el demandante se había peleado antes con la gente del PLD, supuestamente porque les parodiaron “las piezas” sin ninguna autorizaciòn.

No bien Wilfrido anunciaba haber llegado a un acuerdo con Paulino, cuando a las pocas semanas éste y su esposa, Yokasta Sánchez, se querellaban ante la Fiscalía del Distrito Nacional, acusando esta vez al beduino mayor de violación sexual en perjuicio de la dama.

Este el problema más embarazoso que ha atravesado el artista dominicano en toda su vida, toda vez de que hasta órdenes de conducencia se dieron en su contra y la última vez, julio de 2003, fue visto saliendo del despacho de la encargada del Departamento de Familia, Niños. Niñas y Adolescentes de la Procuraduría General de la República, donde además del Código del Menor (Ley 136-03) se maneja también asuntos relacionados con la Ley 24-97, sobre protección de la mujer.

Wilfredo Vargas ha sido acusado en otras ocasiones de plagios y se recuerda la demanda que se le hizo en Colombia por haber utilizado el tema “Soy un hombre divertido” del fallecido compositor de ese país, Luis E. Martínez. La acusación le vino de la hija del autor, Rosa Serrano, quien alegaba que Vargas debía responder moralmente por ello y pagar una indemnización económica.

COMPLICACION DEL CASO DOMINICANO

Se recuerda que luego del interrogatorio a Wilfrido Vargas, la encargada de velar por la aplicaciòn de la ley de protecciòn a las mujeres, a la sazón la doctora Elisa Sánchez Pujols, declaró que en perjuicio de Yokasta Sánchez existía una trama en la que además del director de orquesta, participaban (un tal) Eudi Joey) García y el propio Wisnton Paulino con el fin de traumatizarla sicológicamente y hacerla pasar como una mentirosa y desquiciada ante la opinión pública.

La recomposición del sonado caso que afectó a Wilfredo Vargas en su país, parece que tuvo que ver con arreglos hechos entre éste y su ex-socio Winston Paulino, luego que la Fiscalía del Distrito Nacional desestimara la querella original que Yokasta y su marido habían interpuesto en contra del popular merenguero.

Esto llevó a la supuesta agraviada a acudir a otra instancia para hacerse escuchar, encontrándose con la pequeña dama de los juegos pesados que se llama Elisa Sánchez, que no bien escuchó la versión de la joven, cuando de inmediato comenzó a citar a todos los involucrados.

Wilfrido no acudió a las primeras citas, por lo que Elisa Sánchez lo obligó a ir a su despacho mediante una orden de aprehensión.

Winston, por su parte, acudió sin ninguna resistencia y en el lugar reiteró su doblada versión totalmente diferente a la primera en la que presentaba a Wilfrido como un “monstruo violador de mujeres indefensas”, y por lo que incluso, llegó a llevar a la Fiscalía sábanas conteniendo supuestas evidencias de la violación.

A la salida del lugar, Wilfrido reconoció que la denuncia por violación le había afectado su imagen pública, pero señaló que la gente lo conoce y sabe que él no es una persona capaz de llevar a cabo semejante atrocidad.

Negó que hubiera llegado a un acuerdo económico con Winston para perjudicar a la joven y recordó que todavía entre ambos existe una litis judicial que los enfrenta por el tema El baile del perrito, sobre la cual se produce ahora (enero 2006) la sentencia condenatoria que lo obliga a indemnizar a su demandante y otras obligaciones.

La demanda original de Paulino era por un millón de peso y una indemnización de 450 mil dólares como “justa reparación por los daños y perjuicios”.

DESPUES DEL PRIMER INTERROGATORIO

El interrogatorio a Wilfredo Vargas ocurrió en septiembre del año 2003, y al otro día martes, fue enviada a buscar Yokasta Sánchez para ser nuevamente interrogada en base a los alegatos del director de Los Beduinos.

La primera reacción de la joven ante los periodistas que aguardaban su llegada en el Palacio de Justicia del Centro de los Héroes de Constanza, Maimón y Estero Hondo, fue acusar de difamador a uno de los abogados de Wilfrido.

Se refería a Claudio Stephen, quien en declaraciones muy subidas de tenor y de tono, la había presentado ante los medios de prensa como una cualquiera y concubina de Winston Paulino, lo que ella definió como una infamia ya que dijo llevaba varios años casada con aquél, con quien incluso, habían procreado dos hijos
Reiteraba que entre Winston, Wilfrido y sus abogados hay una trama para perjudicarla y acusó al padre de sus hijos de estarla presionando y amenazando para que retire la querella contra el popular director de orquesta.

Y a seguidas señalaba: “El (Wisnton) me tiene amenazada hasta de muerte y me ha maltratado frecuentemente para que yo retire la querella que puse en contra de Wilfrido Vargas, pero no lo haré jamás y la llevaré hasta las últimas consecuencias.

Winston debe saber que en la vida el dinero no lo es todo, que existe dignidad por encima del dinero y allá él si se vende por dinero y sigue con su traición en mi contra. Me pueden ofrecer todo el dinero del mundo para que retire la querella y no lo haré hasta ver mi dignidad moralmente reparada en la justicia”.

El otro abogado de Wilfrido Vargas lo era el muy conocido Jaime Angeles, mientras que a Yocasta Sánchez la representa legalmente, el doctor Roberto Cabral.

Los tres abogados de las partes coincidieron el viernes 19 de septiembre por los predios del Palacio de Justicia y allí Roberto Cabral, declaraba que el caso iba para largo, ya que mientras se conocía una fase en el Departamento de Protección a la Mujer de la Procuraduría General de la República, la querella seguía abierta en el Quinto Jugado de Instrucción por el delito de abuso sexual con violencia y sodomía, en el que además de Wilfrido, estaba involucrado el amigo de éste, Eudi (Joey) García.

Cabral señalaba que la violación habría ocurrido en el propio apartamento de Wilfrido ubicado en un conocido sector residencial de Santo Domingo.

Ese mismo día, Elisa Sánchez, en un exceso de celo por el buen funcionamiento de la justicia, cometió el error de ordenar arrestos domiciliarios por 48 horas (sábado 20 y domingo 21 de septiembre) contra los acusados, figura que no existía en el Código Penal ni en el Código de Instrucción Criminal para la fecha vigente, y para colmo, luego de que Wilfrido Vargas saliera de su casa ese mismo fin de semana para supuestamente ir al gimnasio, lo acusó de haber violado dicho arresto, señalando que ello agravaba la condición de supuesto infractor de la ley del merenguero.

De manera, que la reacción airada de Wilfrido ante los periodistas que se mantenían como “paparazzis”, frente a su residencia y lo perseguían por todo lado, al margen de su vanidad herida, tenía mucho de razón cuando alegaba que él pensaba que no estaba preso.

“Es enojoso para mí que se diga que estoy preso, no porque esto sea malo, sino porque es falso”, declaraba Wilfrido al periodista Juan Carlos Jiménez, del Listín Diario, por la vía telefónica, y para confirmárselo, se apareció minutos después al periódico, donde amplió su declaración con las siguientes palabras:

“Parece que ha habido una mala interpretación de la magistrada porque no es cierto que estoy preso en casa como lo demuestra mi presencia aquí. Ahora mismo vengo de la calle, me levanté temprano, me fui al gimnasio y he estado haciendo diligencias personales. Eso no lo hace una persona que se encuentre arrestada”.

Alegaba además que el viernes 19, tras ser interrogado no se le habló de ningún arresto ni tampoco recibió por escrito la aplicación de una medida de coerción a través de sus abogados.

El capítulo siguiente de esta novela cuyos protagonistas eran Wilfrido Vargas y Yokasta Sánchez, estaba previsto para (ser filmado) el lunes 22 de septiembre de ese año, ante la doctora Elisa Sánchez, quien en la víspera había declarado que haría la sumaria de los interrogatorios y se la remitiría al Juez de Instrucción que conocía el caso.

Luego se supo que Wilfredo Vargas fue descargado de esa acusación al parecer después de arreglos entre las partes llevadas a cabo entre bastidores. Desde entonces no se ha vuelto a hablar más del asunto.