Rrecuerda a Amaury Germán Aristy y sus compañeros

Santo Domingo.-“Rebuscaron hasta debajo de las camas y les dije que mi hijo no era hombre de esconderse debajo de ninguna cama, que cuando se enfrentaran eran ellos los que tenían que buscar donde esconderse”. Así recuerda doña Manuela Aristy a su hijo Amaury Germán Aristy, combatiente que murió el 12 de enero del 1972 junto a un puñado de compañeros defendiendo sus ideales y principios hace 34 años. Todavía huele a pólvora. Afuera, en las inmediaciones del cementerio de la avenida Máximo Gómez, sonaban disparos esporádicos en un vano intento porque la gente, rabiosa y adolorida, huyera despavorida y dejara que los enterraran solos.

Pero ella estaba allí. Erguida. Desafiante. Con los ojos secos y la voz desgarrada como ripio al viento. Es Doña Manuela, diciendo mas que un panegírico un adolorido adiós que nos mantuvo con la boca seca y las rodilla flojas.

“Adiós Amaury…! Adiós mi hijo…! Mira como nos tratan esos que tu decías que eran dignos de mejor suerte..!

Dos tumbas atrás, en medio de la confusión, un raso rompió llorar y sólo nos dimos cuenta por la reprimenda que recibió de un oficial que lo ultrajaba por dejar su posición de alerta y trataba de llevárselo del lugar, mientras Sonia Macías se “emburujaba” con él porque trató de darle un culatazo.

…Y la mamá de Amaury seguía son su letanía, en el adiós mas doloroso que recuerde.

Hoy, 34 años después, afloran los recuerdos de aquél 12 de enero. El tumulto, el difícil trayecto de la funeraria al cementerio, a pié, por los callejones, esquivando la represión, reagrupándose después de varios intentos por romper el cortejo “a tiro limpio” contra los acompañantes de Amaury Germán Aristy, Bienvenido Silveria Leal Prandy , Virgilio Perdomo Pérez y Ulises Arquímedes Cerón Polanco, programado uno cada media hora pero que la realidad de un hecho sin precedentes, volvió una romería que los llevó hasta su última morada aunque sea con la mirada desde esquinas y azoteas, detrás de la ventanas con un poco de impotencia en cada corazón.

Ahora, habla Doña Manuela, con la serenidad que sólo dan los años.

¿QUÉ PIENSA LA MADRE TANTOS AÑOS DESPUÉS, SÓLO RECORDAR?

Recordarlo con el mismo amor,.decía Gardel que veinte años no es nada pero 34 años es bastante, para una madre… nunca los años me harán olvidar, me he sostenido porque sé que el Señor está ahí arriba y pienso que todos me han ayudado con la fortaleza que he necesitado, especialmente en estos días, que no me han dejado sola, solo nos hemos distanciado, podemos estar meses sin vernos pero para esta fecha aquí caen, en esta casa que siempre he dicho es una casa abierta para todos, donde encontrarán amor y lo que les pueda decir de esa persona que quise tanto, que se llamó Amaury. ¿Cómo me siento? Tranquila dicen que la distancia es el olvido pero el 12 de enero siempre será el 12 de enero esté viva o muerta.

¿CUÁL ES LA ENSEÑANZA MÁS IMPORTANTE DE ESTA EXPERIENCIA, LA LECCIÓN QUE DEJA A LAS MADRES DOMINICANAS?

Creo que después de todo lo que vivimos tantas madres, esas horas tan amargas y que yo espero que ninguna de ustedes tengan que vivir esas noches y esos días, creo que después de todo fue una lección para los que quedamos, esos hombres dieron lo mejor de sus vidas para lo que disfrutamos hoy porque quizás piensan muchos que no debió ser, pero en ese momento eso era lo que iba porque dieron lo mejor de sus vidas
creyendo en lo que ellos creyeron y siempre creo que cuando una persona muere por lo que lucha tiene que sentirse muy bien y en paz y con esa misma fortaleza me siento bien.

¿CÓMO FUERON ESOS DÍAS Y ESAS NOCHES A LAS QUE HACE REFERENCIA?

De mucha incertidumbre y desesperación, porque cada vez que veía lo que se pasaba en la televisión que es esa una película que tengo en la cabeza, a mucha gente se le habrá olvidado, pero a mucha gente no se le olvida como ponían a esos hombres dando recompensa de cinco mil pesos por cada cabeza, en ese tiempo tu sabes que había mucha miseria y cinco mil pesos eran cinco mil pesos, tu sabes que no se iban a entregar

¿CÓMO FUE SU ÚLTIMO ENCUENTRO CON AMAURY?

Yo no lo veía desde hace siete meses antes, la última vez que lo vi fue en Boca Chica y no pudimos ni hablar porque estaba operado de la garganta, tenía dos días de operado y hablamos muy poco, fue la última vez que lo vi, ya tú sabes que si esa película no se me podrá borrar jamás en la vida

DOÑA MANUELA, EN ESTOS CASOS, ¿EL DOLOR PASA O SE AMINORA?

No. el dolor no pasa, el dolor lo que da es fortaleza, porque en medio del dolor cuando tú sabes que una persona ha hecho algo que creyó desde los trece años y que estaba conciente de lo que venía, porque en varias oportunidades Amaury me llegó a decir que yo tenía que estar preparada para lo peor porque sabía que lo que hacía era porque este pueblo era digno de mejor suerte y que él no iba a echar para atrás y esas palabras las llevo muy clavadas en mi alma. Me decía que la lucha era larga y que el mejor ejemplo que debía darle era seguir su ejemplo, que no me arrinconara a dar gritos. Porque él me relajaba y me decía gritona, porque dizque yo grité hasta a Trujillo. Pero fue que a los trece años le sacó los ojos a una foto de Trujillo y en ese tiempo yo decía que nos iban a matar a todos.

Es curioso, como usted logra que gente que no se junta por nada, puede encontrarse cada año bajo el mismo techo, en la iglesia y en su casa?

Por aquí pasan todos, porque a pesar de su juventud Amaury era muy humilde, muy humano y compartía con todos, tanto así que el día que apresaron los seis dirigentes del MPD yo creía que lo habían apresado y eso fue muy duro .El compartía con todo el mundo, porque lo trajimos con la idea de que estudiara en el Colegio Serafín de Asìs, pero él escogió el Liceo Juan Pablo Duarte y allí hizo sus relaciones, los compañeros lo relajaban y le decían Germán Pasillo.

A LA DISTANCIA, ¿COMO VE USTED A LOS QUE PARTICIPARON DE FRENTE A SU HIJO EL DÍA 12 DE ENERO?

A mí no me gusta que digan a veces que a ellos los asesinaron, a ellos no los asesinaron, ellos murieron como ellos querían, peleando, y como Amaury muy bien lo dijo, “con las botas puestas en la cabeza, de no ser posible en los pies” mira, a veces me decía, “mami, ellos no saben por lo que están luchando, yo sí se por lo que lucho, se que me voy a morir pero no me voy a ir solo. Entonces creo que eso se pudo hace evitado en los años que he ido pensando, madurando, poniendo las cosas donde están, pensando que el que está ahí arriba lo dirige todo y pienso que los que murieron allí también eran inocentes, entonces ellos deben estar felices donde estén .

¿COMO FUERON LOS DÍAS ANTERIORES A ESE DÍA MEMORABLE PERO TRÁGICO?

Antes vinieron a allanar la casa, el 3 de enero y buscaron debajo de la cama y en los pilones de la cocina, y les dije que mi hijo no era hombre de meterse debajo de ninguna cama, que ellos sabían que donde se enfrentaran los que tenían que meterse debajo de la cama eran ellos, pero era que ya estaba harta, trajeron hasta la escalera de los bomberos, eran casi las nueve de la noche, ese fue el Año Nuevo que me dieron, pero después he pasado muchos Año Nuevo sin Amauy, pero siempre recodándolo con el mismo cariño y pensando que he hecho lo que ha estado en mi posibilidad d y agradeciendo a las personas que cada 12 de enero lo recuerdan, me llaman y hacen acto de presencia, ahora me dijeron que el domingo van a visitar la cueva donde murieron .

¿ALGUNA VEZ USTED LLEGÓ PENSAR QUE ESE SACRIFICIO NO VALIÓ LA PENA?

No. Yo he creído que sí valió la pena. Porque mucha gente no está en lo cierto, la lucha no fue sólo de ellos, de esos cuatro, fue de muchos hombres, no sólo de ellos porque recuérdate de Manolo Tavárez y desde entonces aquí ha muerto mucha gente, aquí se derramó mucha sangre por lo poco que tenemos y por eso creo que debemos valorarlo, que fue justo lo que hicieron aunque muy a destiempo Pero imagínate… Amaury con la poca edad que tenia…pero te digo que él creía en eso, que podía hacer, aceptarlo, lo que he hecho hasta ahora, recordarlo con el mismo cariño y dando las gracias a los que siempre han estado a mi lado.