SANTIAGO DE CHILE.- El recuento de votos ha comenzado en Chile, tras una jornada que se ha desarrollado en calma y con fluidez. Los chilenos han acudido a las urnas para elegir en segunda vuelta a su nuevo presidente. Las opciones son Michelle Bachelet, por la izquierda, y Sebastián Piñera, por la derecha. Ella es favorita.
Michelle Bachelet, candidata de la gobernante Concertación de Partidos por la Democracia, alianza que gobierna en Chile desde 1990, y Sebastián Piñera, de la derechista Alianza Por Chile, se disputan esta segunda vuelta. La candidata oficialista parte como clara favorita.
En la primera vuelta, entre cuatro candidatos, Bachelet obtuvo el 45,96% de los votos, mientras que Piñera, el 25,41%.
El ganador de los comicios sucederá en el cargo, con un mandato de cuatro años, al socialista Ricardo Lagos, quien ha puesto el listón muy alto, pues goza de un 75% de popularidad y deja una pujante economía con crecimientos anuales superiores al 6% en los últimos años.
Si los vaticinios que reflejan las encuestas se confirman, Bachelet se puede convertir en la primera mujer en llegar al palacio presidencial de La Moneda, en un país esencialmente machista en la esfera política, y la cuarta en desempeñar ese cargo de forma electiva en América Latina.
Piñera, en tanto, aspira a desbancar a la Concertación que gobierna desde la recuperación de la democracia y convertirse en el primer presidente de derecha elegido en las urnas en 48 años, cuando triunfó Jorge Alessandri, quien gobernó entre 1958-1964.
La tranquilidad ha sido la característica general de los comicios en los que los chilenos eligen un nuevo presidente, en una jornada con la que culminó una larga contienda que se definió en dos rondas.
El subsecretario del Interior, Jorge Correa, subrayó la tranquilidad con que se ha desarrollado la jornada pese a las altas temperaturas que se han registrado en todo el país y que en Santiago ha bordeado los 30 grados.
Bajo un tórrido sol, los 8.200.000 electores formaron largas filas en los locales de votación, custodiados por militares desarmados, en los que el proceso electoral se desarrolló con fluidez y sin las aglomeraciones de la primera vuelta cuando también se eligieron diputados y senadores.
Incidentes menores y la agresión a un diputado derechista fueron los puntos negros de la jornada, cuyo foco de atención se centró en la votación de los candidatos y del presidente Ricardo Lagos, que fue aclamado por una multitud que le proclamó candidato para el año 2010.