Santiago de Chile, (PL) La posibilidad de que Michelle Bachelet gane hoy la presidencia marca el inicio de año en Chile, que en 2005 sufrió la pérdida de una de las más brillantes de sus mujeres: Gladys Marín.
La pediatra de profesión es la abanderada de la Concertación, coalición de partidos que lleva tres períodos sucesivos en el poder desde el llamado retorno de la democracia en 1990.
En esa carrera por La Moneda figura, además, el pretendiente de la derecha liberal, el multimillonario Sebastián Piñera.
Bachelet, hija de un general víctima de sus compañeros de armas golpistas en septiembre de 1973, fue detenida y torturada junto a su madre en enero de 1975.
Tras vivir en Australia y Alemania retornó a Chile en 1979. El presidente Lagos la nombró ministra de Salud en 2000 y cuatro años más tarde renunció a la cartera de Defensa para intentar convertirse este domingo en la sexta mujer presidente en América Latina.
Marín, quien falleció el 6 de marzo pasado tras un año y medio de lucha contra el cáncer, fue figura clave de la vida nacional en las últimas décadas y postuló a la presidencia en 1999, en las elecciones que convirtieron a Ricardo Lagos en jefe de Estado.
Historiadores afirman que el Partido Comunista (PC) fue el primero en Chile que le entregó tal responsabilidad política a una mujer.
La Gladys, como dicen sus compatriotas, concitó respeto y admiración al defender principios e ideales con pasión y coherencia que la arroparon de un liderazgo excepcional.
Desde temprana edad hizo carrera política y a los 18 años tuvo carné del PC. Cinco años después resultó elegida diputada y miembro del Comité Central de su partido y de su Comisión Política.
En su brillante trayectoria aparece, además, que fungió como secretaria general de la Juventud Comunista (JJCC) y secretaria general y presidenta del PC.
"Las mujeres que participamos en política estamos muy expuestas a las caricaturas que abundan en este ambiente conservador y masculino en el que vivimos", declaró Marín en una ocasión.
Puntualizó que "el mundo de la política está vedado a las mujeres, si alguna destaca se le dice que es masculina o es amante de todos los dirigentes".
Sin embargo, pese a estas presiones, mantuvo su tenacidad de lucha y alzó la voz contra el ex dictador Augusto Pinochet (1973-90).
De hecho, el 12 de enero de 1998 presentó la primera querella contra el general (r) por delitos de genocidio, secuestro, asociación ilícita e inhumación ilegal.
"No vamos a descansar hasta que Pinochet reciba el castigo merecido", reiteró en varias oportunidades.
El cáncer cerebral irreversible y posterior muerte sorprenden a la histórica dirigente enfrascada en la búsqueda del paradero final de los detenidos desaparecidos durante la dictadura.
Con su fallecimiento, Chile perdió a su conciencia crítica, al corazón grande para enfrentar cualquier batalla en busca de un "mundo mejor posible", frase que acuñó durante su combatiente paso por la vida.
Su muerte "entristece a todos los chilenos", reconoció Bachelet durante sus funerales, y afirmó que "toda su vida fue una mujer valiente, consecuente, siempre estuvo detrás de sus ideas con mucha fuerza".