Washington D.C. -Éste año promete ser un año de desempeño exitoso para los mercados emergentes, pero quedan desafíos importantes para la estabilidad macroeconómica. El gobierno corporativo de las empresas y el cumplimiento de estándares ambientales y sociales en estos mercados, de acuerdo a la Corporación Financiera Internacional, (IFC, en sus siglas en ingles), en el año de su 50º aniversario. IFC es la entidad del Grupo del Banco Mundial que promueve el desarrollo sostenible del sector privado en países en desarrollo.
“Los mercados emergentes han demostrado que pueden sostener un alto crecimiento y atraer capital. Existe un tremendo dinamismo. Pero el crecimiento es disparejo, y hay una enorme agenda incompleta”, dijo Lars Thunell, quien encabeza la IFC como Vice-Presidente Ejecutivo de la institución.
Thunell señaló que el flujo de capital privado hacia los países en desarrollo –aproximadamente $350 mil millones– constituye hoy cuatro veces más que la suma total de la ayuda internacional que reciben estos países. Pero subrayó que la comunidad de desarrollo necesita hacer una mejor tarea en el uso de soluciones basadas en el mercado para reducir la pobreza, atender necesidades sociales y preservar el medio ambiente global.
“Cada vez más organizaciones de desarrollo y de ayuda –bancos multilaterales, fundaciones, organizaciones sin fines de lucro– están considerando un enfoque empresarial del desarrollo. Se están preguntando cómo pueden aprovechar el potencial del capital privado, la libre empresa y el espíritu empresarial social para generar el cambio necesario”, dijo Thurnell. “Es aquí donde IFC, con 50 años de experiencia en esta área, puede jugar un papel aún mayor”.
“Necesitamos ampliar y profundizar este crecimiento económico para alcanzar a la población más pobre, especialmente en países donde las barreras del clima de inversión mantiene a pequeños empresarios y a mujeres atrapados en la economía informal”, agregó.
IFC, que fue fundado en 1956 para promover el crecimiento del sector privado en los países en desarrollo y que acuñó el término “mercados emergentes” a principios de la década de los ochentas, destacó la convergencia de varias tendencias durante este año histórico:
• Las tasas de crecimiento macroeconómico para los países en desarrollo siguen siendo aproximadamente el doble de los de los países desarrollados.
• Los flujos de capitales transfronterizos hacia los mercados emergentes –inversión extranjera directa, flujos de inversiones y préstamos de bancos comerciales– están alcanzando los niveles récord que se vieron por última vez hace una década.
• Los fondos de inversión de los mercados emergentes han estado indicando flujos entrantes récord, y el interés creciente de los inversionistas institucionales es muy probable que eleve la capitalización de las bolsas de valores emergentes por encima de $5 billones por primera vez en la historia.
• La escala de los fondos mutuos de los mercados emergentes, medidos ya sea por sus activos o como un porcentaje del PNB de los mercados emergentes, es actualmente más del doble de los niveles vistos en 1997.
“Necesitamos robustecer la estabilidad de los mercados de capitales existentes y los flujos en el mundo en desarrollo mediante el fortalecimiento de las instituciones financieras domésticas y la profundización de los mercados en moneda local”, dijo Thunell. “Necesitamos mejorar el gobierno corporativo de las empresas de forma que un mayor número de las nuevas compañías que están creando puestos de trabajo puedan hacer uso del capital en la economía global”.
El papel de IFC en los mercados emergentes ha evolucionado de haber sido pioneros en la promoción de inversión extranjera a la creación de los primeros fondos de inversión para países en desarrollo y la introducciónde productos e iniciativas más avanzados e inovadores, como emisiones de bonos en moneda local, securitizaciones y créditos para las emisiones de carbono. En diciembre de 2005, por ejemplo, IFC ayudó a lanzar el primer índice bursátil de compañías ambientalmente responsables de Latinoamérica, el ISE en la bolsa de Valores de Brazil, Bovespa. Desde 2003, los principales bancos comerciales internacionales han adoptado las normas ambientales y sociales de IFC, conocidas como los Principios del Ecuador, como el punto de referencia para sus créditos de financiamiento de proyectos.
Hoy IFC es el mayor proveedor multilateral de financiamiento –préstamos, acciones, administración del riesgo y productos de financiamiento estructurado– en el mundo en desarrollo. Además, la Corporación sirve como catalizador y laboratorio para soluciones innovadoras basadas en el mercado que contribuyen a reducir la pobreza y a abordar desafíos ambientales y sociales. Desde su fundación, en 1956, hasta Junio del 2005 (Año Fiscal 05), IFC ha comprometido más de $49,000 millones de sus propios fondos y otorgado $24,000 millones en créditos sindicados para 3,319 compañías en 140 países en desarrollo. La cartera comprometida de IFC en todo el mundo al Año Fiscal 05era de $19,300 millones de su propia cuenta y $5,300 millones por la cuenta de bancos participantes en créditos sindicados.
“Cuando estuve en IFC y acuñé el término ‘mercados emergentes’ en 1981, no había prácticamente ninguna inversión de cartera extranjera en los mercados emergentes”, dijo Antoine van Agtmael, fundador y presidente de
Emerging Markets Management. “La idea era dar un nombre más atractivo a lo que habíamos llamado originalmente ‘Fondo para el Tercer Mundo’. Hoy hay un enorme potencial en el sector privado de estos países, tanto para inversionistas en el mercado o para una institución de desarrollo que busca reducir la pobreza”.
Ampliación de la participación económica
Se proyecta que la tasa de crecimiento económico para los países en desarrollo será de entre 5,5 y 5,9 por ciento en 2006. No obstante, esta cifra de crecimiento alentadora encubre un potencial significativo que no ha sido aprovechado. En todo el mundo en desarrollo, la cantidad de actividad económica en la economía “informal” –no informada, no regulada, no gravada– va del 40 al 80 por ciento.
La investigación en curso patrocinada por IFC y el Banco Mundial, el informe Doing Business, muestra que la burocracia y las demoras de procesamiento son un lastre importante para la creación de puestos de trabajo y el crecimiento económico en la economía formal de muchos países en desarrollo. En países como Brasil, Indonesia y Mozambique, el simple registro de empresas puede llevar más de 150 días, más de 10 veces lo que se requiere en economías avanzadas. Este tipo de barreras afectan desproporcionadamente a las mujeres. IFC está apoyando iniciativas de reforma del clima de inversión basadas en la investigación de Doing Business en más de 20 países en desarrollo. (Puede encontrarse información adicional en: www.doingbusiness.org.)
IFC ha puesto un fuerte énfasis en aumentar su participación de inversión en los países del África subsahariana, cuyas economías tienen algunos de los sectores informales más grandes. Las inversiones anuales de IFC en África han crecido 77 por ciento durante los últimos tres años, llegando a $445 millones para el último año fiscal.
Adicionalmente, para apoyar a empresarios en la economía informal y en el sector de empresas pequeñas y medianas, IFC ha aumentado drásticamente su cartera de microfinanzas en años recientes llegando a más de $320 millones, en 69 proyectos de 43 países. Las compañías que reciben las inversiones de microfinanzas de IFC atienden a más de 1,2 millones de prestatarios en naciones pobres. A principios de este mes, la unidad de Mercados Empresariales para las Mujeres (Gender Entrepreneurship Markets) de IFC anunció una nueva iniciativa de investigación orientada a identificar las barreras que encuentran las mujeres para obtener financiamiento.
Mercados de capital, el sector financiero y gobernancia corporativa
A fin de alentar el crecimiento y fomentar una mayor estabilidad en los mercados emergentes, IFC ha asumido un papel de liderazgo en la profundización y diversificación de los mercados de capital en los países en desarrollo introduciendo bonos en moneda local, securitizaciones y la provisión de derivados como garantías de crédito parcial. La financiación de largo plazo en moneda local permite a las compañías en los mercados emergentes financiar su crecimiento sin incurrir en el riesgo asociado con el financiamiento denominado en dólares
El año pasado, por ejemplo, IFC fue la primera entidad multilateral en emitir un llamado bono “panda” en China, que consistió en una emisión de 1,130 millones de bonos denominados en renminbi (140 millones de dólares) en el mercado doméstico chino no gubernamental. La emisión marcó la primera apertura del mercado de bonos en renminbis chinos a las instituciones financieras internacionales. IFC también completó recientemente la primera securitización de pagos de educación para estudiantes en Chile, una transacción de $23 millones para la Universidad Diego Portales, y otorgó a la universidad una garantía de crédito parcial de $6.9 millones.
Más de la tercera parte de la cartera de inversiones de IFC está dedicada a fortalecer y diversificar el sector financiero –bancos, compañías de préstamos, compañías de hipotecas– en países en desarrollo. El año pasado, IFC ayudó a ampliar las viviendas accesibles para bajos ingresos en México brindando más de $110 millones para en financiamiento para apoyar las operaciones hipotecarias de GMAC Financiera. IFC también está brindando asistencia técnica para más de 125 proyectos para mercados financieros en más de 60 países en desarrollo.
Para mejorar el gobierno corporativo de las empresas, IFC trabaja directamente con sus empresas clientes en más de 80 países en desarrollo para mejorar el funcionamiento de sus juntas directivas, derechos de accionistas, ambiente de control interno y transparencia y divulgación. Este tipo de reformas aumentan el valor para el accionista, reducen el costo del capital y contribuyen a mejorar el desempeño de largo plazo.
IFC ha invertido activos directamente en cerca de 670 compañías en mercados emergentes, y ha apoyado a un sinnúmero de compañías exitosas a crecer hasta constituirse hoy en destacados actores regionales o internacionales. Como accionista minoritario, IFC también busca enfatizar un buen gobierno corporativo a través del mejoramiento de normas internas..
“La experiencia de IFC ha mostrado que las compañías que pueden crecer hasta constituirse en actores regionales o mundiales y que operan con normas de gobernancia corporativa excepcionales, son excelentes candidatos para una inversión en acciones, generando rentabilidad y un fuerte impacto de desarrollo”, dijo Haydee Celaya, Directora de Fondos de Inversión y Acciones Privados de IFC.
Tratamiento de cuestiones ambientales y sociales a través de políticas e inversiones en proyectos
Las normas ambientales y sociales de IFC que se aplican en el financiamiento de proyectos han sido adoptadas como el punto de referencia internacional por bancos comerciales líderes en todo el mundo a través de una iniciativa conocida como los Principios del Ecuador. IFC presentará este año a su Junta de Directores un nuevo conjunto más sólido de normas de desempeño ambiental y social..
IFC, junto con su institución hermana, el Banco Mundial, se ha comprometido a aumentar su cartera de inversiones en energía renovable y eficiencia energética en los países en desarrollo en un promedio de 20 por ciento anual desde 2005 a 2010. A principios de este mes, IFC anunció una inversión en acciones de $5,5 millones en Energias Renováveis do Brasil Ltda (Enerbrasil), para apoyar la construcción, operación y mantenimiento de un parque de energía eólica de 49.3 megavatios en la municipalidad de Rio do Fogo.
Asimismo, en diciembre de 2005 IFC otorgó una subvención de $3 millones a IST Holdings and Plug Power, que instalará 400 celdas de combustible en ciudades y lugares remotos de Sudáfrica durante los próximos tres años. Las celdas brindarán una fuente de electricidad confiable y reemplazarán tecnologías contaminantes como los generadores diesel.
IFC ha patrocinado también asociaciones públicas–privadas innovadoras para preservar la biodiversidad, así como transacciones que permiten a compañías de mercados emergentes aprovechar el mercado de créditos para la reducción de emisión de carbono.