Hace unos meses leí en la columna de Radhamés Gómez Pepín, director de El Nacional de ¡Ahora!, lo difícil que le resultaba a él comunicarse con el secretario general del PLD, Reynaldo Pared Pérez, mientras que con su hermano, el secretario de las Fuerzas Armadas, entraba en contacto solo marcando su teléfono móvil o dejándole un mensaje con un capitán de navío que funge como su asistente o ayudante personal.
Tenía razón el notable periodista al externar públicamente la queja con relación al aislamiento adoptado por Pared Pérez, el político, pero resaltando lo fácil que es hacerlo con otro Pared Pérez (Sigfrido Aramis), el militar. Y así sigue actuando el hombre que aspira a convertirse, en cuestión de semanas, en senador del Distrito Nacional, si así lo deciden los electores de la citada demarcación. No hay forma de hablar con el dirigente del partido oficial.
Imagine usted si estamos hablando de que un periodista como Radhamés Gómez Pekín tiene dificultades para hablar con Pared Pérez, cuántos malabares no tendría que hacer un ciudadano ordinario para entrar en contacto con un hombre que tiene la responsabilidad de ejercer uno de los oficios más "nobles" sobre el planeta, como diría el patricio Juan Pablo Duarte. ¡Con el perdón del creador de la nacionalidad dominicana, pero eso no es así!
También como periodista tengo problemas para comunicarme con Pared Pérez el político, no así como Pared Pérez el militar. He llamado al político para consultarlo sobre uno u otro aspecto, pero nunca responde, nunca está en sus oficinas del PLD, siempre anda rápido si lo encuentro en algún lugar público, de modo que el hombre no parece de los directivos del PLD más próximos a Danilo Medina. Ni el presidente de la República se porta así.
Ahora que Reynaldo es candidato -lo de Reynaldo no es por confianza, si no porque así lo llaman los compañeros del PLD y sus amigos- tengo la impresión de que él cambiará su actitud y su forma de actuar hacia el exterior, en este caso con los medios de comunicación. Debe estar abierto a los reporteros, a los cronistas judiciales, y más porque estoy convencido de que se trata de una persona amable y de buena fama, dentro y fuera de su organización.
En el caso particular mío, que se sepa, lo llamo porque entiendo que tiene condiciones para ocupar el escaño que corresponde al Distrito Nacional en la Cámara Alta y porque, como miembro de la generación a la que él pertenece, me gustaría que si gana los comicios a Alfredo Pacheco ¿? lo haga bien. No tengo dudas de que él tiene condiciones, porque primero está bien formado, como político y como abogado, es decir que no es uno de los del montón.
No vale de nada llamar a sus oficinas en la Casa Nacional del PLD, a su teléfono móvil, a su oficina profesional o a su domicilio. ¿Y qué está pasando con este hombre que por su perfil me parece un buen candidato para ocupar el puesto que actualmente desempeña el dilecto y fino José Tomás Pérez?, de quien me dicen no está en la onda con algunas instancias del partido de gobierno, aunque no así con el presidente Fernández.
¿No sería que el doctor Marino Vinicio Castillo tenía razón cuando llamaba a sus aliados del PLD a bajar a las bases, a lanzarse a las calles a trabajar?. Es probable que Vincho Castillo -que dicho sea de paso es el progenitor del mejor de los legisladores dominicanos, Pelegrín Castillo Semán,- al decir que observaba una especie de apatía en la organización que muy bien plantada dejara el finado profesor Juan Bosch.
Tengo la certeza de que Pared Pérez el político se dejará aconsejar por los miembros de su equipo de comunicación, que creo ya fue estructurado, porque por la forma como se maneja creo que su actitud no le garantiza resultados positivos. El PLD no es el mismo de antes, aquel PLD de hace 15 o 20 años que era enemigo de la promoción de sus candidatos, aquel PLD que confrontaba a los medios de comunicación. Estamos en la otra Era.
Esta es una crítica sana al amigo Pared Pérez el político, porque con el Pared Pérez militar no tengo problemas para hablar. Siempre que voy a la Secretaría de las FFAA, fuente que cubro por los medios donde laboro, no tengo inconveniente alguno para consultar al almirante.
Insisto en que ojalá Pared Pérez el político termine de entender que los mass media lo que hacen es un servicio social, atender los reclamos diarios e sus abogados, que es lo mismo decir los lectores o radio-teleaudientes, cuando se trata de medios electrónicos. ¡Cójale las llamadas a los periodistas, amigo Pared Pérez el político, porque su fama no es del todo buena entre los colegas, tanto los del área directiva como los de la base, quienes en los medios son los que finalmente escriben las crónicas que los abonados han de leer.