Santo Domingo.-Ningún síndico de la capital había logrado registrar un nivel de aprobación pública tan alto durante tanto tiempo como el que alcanzó Roberto Salcedo en los primeros tres años de su gestión, hasta que el debate electoral ha comenzado a poner de relieve la real dimensión de su obra municipal.
Basado en el manoseado postulado mercadológico de que en política es más importante la percepción que la realidad, Roberto Salcedo se preocupó sobre todo por ganar el apoyo de los medios de comunicación y de todo el que tenía capacidad para hacer opinión pública.
Para alcanzar esta proeza sin precedente en la vida política nacional el conocido actor cómico y productor de televisión utilizó un recurso de probada eficacia en nuestro medio: repartió cientos de millones de pesos en contratos de publicidad que, como por arte de magia, lo convirtieron en “el mejor síndico de la capital”, sin que nadie se preocupara por presentar los hechos o méritos que justificaran esa valoración.
Desde el inicio de su gestión, Roberto mostró una clara señal de cuales serían las prioridades de su administración. Un destacado profesional de la comunicación con acceso a ciertas intimidades políticas en el PLD, asegura que en el primer mes de gestión del actual “alcalde” ya habían 49 periodistas en la nómina del Ayuntamiento.
Y si este dato resultara poco creíble, conviene resaltar que en el presupuesto del año pasado la administración de Roberto consignó 104 millones de pesos en el capítulo de promoción y publicidad, cuatro veces más que lo que gastó Johnny Ventura por el mismo concepto durante su ejercicio de cuatro años.
¿Y LAS OBRAS DONDE ESTAN?
El problema de Roberto Salcedo es que su propio Partido, a través de los pronunciamientos de Franklin Almeida y hasta del propio presidente Leonel Fernández, en demanda de que los ayuntamientos demuestren en que han invertido los recursos que han manejado durante la presente gestión, han creado las condiciones para que otros sectores también reclamen transparencia sobre el uso de los cuantiosos recursos del cabildo capitaleño.
Y resulta que en ese orden el Ayuntamiento del Distrito Nacional, contrario a otros ayuntamientos con ingresos más modestos pero con muchas obras realizadas, no tiene prácticamente nada que mostrar.
Por ejemplo, la única obra de relativa importancia construida por la administración de Roberto en los últimos tres años y medio es el llamado Bulevar o Paseo de los Estudiantes, donde habría invertido cerca de diez millones de pesos. Aunque el síndico menciona la repoblación de la foresta del Parque Mirador y la remodelación –todavía a medio talle- del parquecito de la Padre Castellanos con Josefa Brea, donde el Ayuntamiento ha sembrado algunos árboles y ha instalado varios bancos aportados por EUDOM, una empresa de publicidad exterior fuertemente vinculada a las actuales autoridades edilicias.
También están los pilotillos que separan un tramo de la avenida Independencia, frente al barrio 30 de Mayo. Esas son las obras conocidas de Roberto Salcedo durante toda su gestión.
Pero falta un detalle importante. Durante los primeros tres años de gestión de Roberto Salcedo, el Ayuntamiento consignó en su capítulo de inversión en obras, mil 670 millones de pesos, sin que nadie sepa que ha pasado con los mil 650 millones que faltarían después de conciliar el costo de las cuatro obras ya mencionadas.
En todo este tiempo, Roberto Salcedo no se ha ocupado de rendir cuenta ni a los ciudadanos ni al Consejo de Regidores, como debe hacer por lo menos al concluir cada año de ejercicio o previo a la aprobación del presupuesto anual.
Santo Domingo Norte, o la otra cara de la moneda
Pero mientras Roberto comienza a pasar grandes apuros para demostrar en que ha gastado más de cuatro mil millones de pesos de pesos, incluyendo los mil 670 millones consignados para obras públicas municipales, el síndico del municipio Santo Domingo Norte, con un pequeño presupuesto que no alcanza ni la séptima parte de los ingresos de Salcedo, ha construido más de 150 obras y ha cubierto con eficiencia todas las áreas de servicio que corresponden a ese gobierno local.
Para el capítulo de inversión en obras, el Ayuntamiento de Lois Carvajal ha consignado 231 millones de pesos en el mismo período de tres años, con el siguiente balance: 35 obras deportivas, 22 parques, 36 sistemas de abastecimiento de agua, 16 iglesias, 3 destacamentos, 2 puentes, 2 cementerios, 13 mil metros cuadrados de aceras y contenes, y casi 70 millones de pesos en asfaltado, bacheo, drenaje pluvial y sanitario y otras inversiones menores.
Con excepción del servicio de recogida de basura, que ha sido traspasado de manera casi total a empresas privadas, que no han logrado todavía poner en marcha el sistema de rutas y frecuencias, el síndico Roberto Salcedo ha abandonado prácticamente todas las áreas de servicios que tradicionalmente han competido al Ayuntamiento del Distrito Nacional.
El Ayuntamiento se ha desvinculado totalmente de la instalación, operación y mantenimiento de semáforos; los cementerios y los mercados han sido abandonados totalmente; tampoco ha hecho nada en señalización y rotulación de calles, ni ha rescatado ninguno de los parques tradicionales de la capital.
La pregunta, por lo tanto, resulta pertinente y necesaria:
¿En que ha gastado la administración de Roberto Salcedo los más de cuatro mil millones de pesos que ha manejado durante estos tres años y pico?
22 de enero, 2006