No es desde ahora. Ellas no lo saben, pero son las que tienen el poder y deciden las cosas que hacen los hombres, en el comercio, la industria, la ciencia y la política. El 70 por ciento de las mercancías que se exhiben en tiendas y supermercados está exclusivamente fabricado para ellas, en tanto el restante 30 por ciento es para los hombres que piensan en ellas, por una razón u otra.
Hombres y mujeres no pueden ser iguales, aunque deben disfrutar de los mismos derechos. Si se cumpliera la expresión primera, el mundo sería aburrídisimo y la vida tendría poco sentido.
En este momento, lo que se está produciendo es ellas ha dejado de estar detrás de la cámara para ponerse en frente en la política. Por eso vemos a Michelle Bachelet presidenta de Chile; a Elba E. Gordillo, aspirante presidencial en México; Lourdes Flores y Jeannette Emmanuel, disputándose las simpatías de los electores en Perú, una por el partido oficial, y otra de la oposición. En Colombia está Cecilia López quien enfrentará a Alvaro Uribe. En los Estados Unidos, dos de las figuras políticas de mayor actualidad son Hillary Clinton y Condoleza Rice, ambas con proyección hacia la Casa Blanca.
Con anterioridad, muchas han ocupado puestos cumbres en la conducción del Estado. Violeta Chamorro, en Nicaragua; Mireya Moscoso, Panamá; Ertha Pascal, en Haití; Margaret Thatcher, en Inglaterra; Indira Gandhi, en La India; Benazir Butho, Pakistan; Corazón Aquino, en Filipinas; Golda Meir, de Israel; Sila Calderon, Puerto Rico.
No hace falta que les regalen. Su presencia cada vez más creciente en los organismos de toma de decisiones dependerá de que la voluntad de exponer sus ideas, propuestas y determinación, se temer a no lograrlo.
El concepto de sexo fuerte es un mito. Las mujeres viven más que los hombres. Su promedio de vida es superior en la mayoría de países del mundo, incluyendo el nuestro. La posibilidad de vida al nacer de las hembras es superior al de los varones. Las mujeres, aunque tienden a visitar con más frecuencia al médico, pero se recuperan de las enfermedades más rápido que los hombres.
Su capacidad de convencimiento en reconocido. El espacio obtenido en distintos escenarios, incluyendo las artes, no es casual. Son más hábiles y diestras para lograr los que se proponen. Ellas están en las diferentes esferas del quehacer humano y han sido protagonistas de grandes acontecimientos históricos. Ellas son las que mandan.
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