Vamos a entrar en el período de campaña con miras a las elecciones de medio tiempo que deben celebrarse en Mayo.
El 26 del presente, día del natalicio del más grande y puro de todos los dominicanos, se arranca con lo que debe ser una fiesta de la democracia dominicana.
Los ánimos no parecen estar precisamente para afrontar un hecho político intrascendente con la debida cordura y la madurez que requiere el accionar político de un tiempo a esta parte.
Siempre hay uno o dos muertos de campaña que se quedan sin justicia, y más de un herido que igualmente se queda sin más sanción que la de la prensa en reclamo de Justicia.
Alfredo Pacheco, Presidente de la Cámara de Diputados, y candidato a Sindico por el Distrito nacional, un hombre concertador, abierto, sin malicias, que ha sabido sortear el arcoiris político y de intereses de esa cámara baja, acaba de hablar de diálogo para poder lograr la aprobación del presupuesto nacional, así como de que se le han aprobado más de l49 iniciativas al gobierno y otros legisladores.
El Presidente de la República ha dicho que está en disposición, como siempre, de ir en busca de acuerdos para que las cosas se hagan de la manera más manejable y menos traumática.
Se espera que los partidos digan lo mismo.
Es necesario predicarle al pueblo llano con el ejemplo, y el ejemplo es que se puede ser de un partido y no necesariamente ser enemigos personales.
Que se puede estar en un bando, y no llevar ese derecho constitucional al plano personal, y en estos precisos momentos en que comienza la campaña para las elecciones de medios tiempo, es el diálogo-gobierno-partidos-sociedad toda, el mejor mensaje que se le puede enviar a los que van a participar en caravanas, mítines y otros actos propios de estos tiempos para no seguir enterrando dominicanos, muchas veces inocentes por la demostración de inmadurez y por el afán de llegar de algunos.
Debemos hablar de como votar, pero ese es otro cantar, mientras regalémoslos como país una nueva oportunidad al diálogo para salir airosos de las nueva pruebas a que será sometida la madurez de nuestra clase política y de nuestra democracia.
Amen