BOSTON, Massachussetts.-La deserción escolar en los Estados Unidos tendría un efecto “devastador” en la estabilidad socio-económica del país, si no se adoptan medidas “urgentes” para detener el fenómeno, que ya alcanza cifras “alarmantes”, revela un estudio elaborado por el Colegio de Maestros de la Universidad de Columbia, y reseñado desde Washington para el Diario La Prensa, de Nueva York por la periodista, Mary González. El estudio señala como razones para desertar de las escuelas los embarazos, los fracasos académicos o pereza para el estudio pero advierte, al mismo tiempo, que las posibilidades de que un joven desertor de las aulas cometa un crimen, se convierta en drogadicto o alcohólico y termine en prisión, aumenta de forma “drástica”.
Tras considerar como “muy alto” el costo social de que un adolescente no termine los estudios secundarios, el estudio indica que los desertores escolares constituyen casi el 70 por ciento de la población encarcelada en las prisiones estatales y casi la mitad de los que dependen del Welfare (Agencia Publica de Asistencia Social).
De acuerdo con el estudio, la tasa de graduación es significativamente peor para los varones que para las hembras, y casi la mitad de los hispanos, afroamericanos e indígenas nativos nunca reciben un diplo de secundaria, lo que hace que las posibilidades de graduación sean menos del 50 por ciento para estudiantes de secundarias en las grandes ciudades de Estados Unidos.
El profesor de economía, Henry Levin, de la Universidad de Columbia reveló que los adultos sin diploma –no se graduaron- tiene dos veces la posibilidad de estar desempleados, y ganarían aproximadamente 260,000 dólares menos durante sus vidas que los que se graduaron en la escuela secundaria.
Otro dato revelador, es que las probabilidades de vida de los desertores escolares es 9.2 años menos que los que terminaron la escuela secundaria, y el informe asegura que los desertores que tiene ahora 45 anos de vida, tienen perores condiciones de salud que los que terminaron la secundaria y cuentan ahora con 65 anos de edad.
“Nos hemos creído que el daño mayor de los desertores es a ellos mismo, Lo que acabamos de entender, es que todos en la sociedad nos perjudicamos”, ya que ese fenómeno provoca un incremento en los costos de salud, beneficencia del país y, también, la tasa de criminalidad.