SANTIAGO.- El enmarcado político de esta provincia comienza a proyectar tonalidades de colores difusos, que tienden a enrarecer los entornos de los tres partidos mayoritarios.
Tal complicación es producto de la llamada “alianza rosada”, por un lado, y las consecuencias que generaría la escogencia de los candidatos del Partido de la Liberación Dominicana, por el otro
Tanto a lo interno de esa organización política, como de los partidos Revolucionario Dominicano y Reformista Social Cristiano, un mar de reacciones que rayan en las desavenencias se están moldeando, situación que hace presagiar que sus altas dirigencias habrán de emplearse a fondo, para hacer que la marea que se presenta desbordada experimente una anhelada quietud.
El escollo en la unión PRD-PRSC lo evidencia a cuál de sus dirigentes escogerá el parido blanco, para que ostente la candidatura a senador por esta provincia, para lo cual aparentemente se ha reducido a dos el número de posibles: José Rafael Abinader y Héctor (Papín) Domínguez.
En el caso del Partido de la Liberación Dominicana, si bien es cierto que la inminente candidatura a senador de Francisco Domínguez Brito hará que la lucha por ese puesto sea cerrada entre esa organización y la “alianza rosada”, la realidad es que su presencia en la arena política está provocando más escozor entre sus compañeros, que la natural preocupación que sienten sus adversarios.
Esto así, porque para que Domínguez Brito vaya como candidato a ese puesto, la dirigencia nacional del PLD decidió colocar como aspirantes a diputados a Julio Cesar Valentín y a Gilberto Serulle, quienes deseaban la nominación senatorial.
Como ese partido había escogido a los candidatos a la cámara baja y ahora Valentín y Serulle aparecerán en la boleta en puestos seguros, habrá la necesidad de sacar de circulación a dos que hace 10 días fueron electos por las bases peledeístas, uno en la circunscripción uno y otro en la dos.
Desde ya se ha hecho público una especie de alzamiento de los cinco electos en la circunscripción dos, quienes habrían amenazado con renunciar a sus nominaciones por el seguro desplazamiento. Se trata de Justo Guzmán, Demóstenes Martínez, Negro Abréu, Miriam Mieses y Danny Almonte. Es en esa zona donde será incluido Valentín.
En lo que respecta a la candidatura a síndico, que será definida este domingo entre el gobernador José Izquierdo y Bienvenido Pérez, aparentemente ninguno de los dos aceptaría una derrota, en caso de que los resultados fueran ceñidos, debido a los aires triunfalistas que ambos reflejan .
Algunos estiman que en esa campaña está, por un lado, la primacía que por año ha mantenido Izquierdo en las bases locales del PLD, contra el ascendente crecimiento de Pérez, resultados que ha logrado, según miembros del partido, gracias fundamentalmente a la gran cantidad de dinero que posee, fortuna que amasó mientras se desempeñó como cónsul en Nueva York, en el pasado gobierno peledeísta y que ahora una parte distribuye “generosamente” entre los conmilitones peledeístas.
Ha trascendido que los principales partidos encargaron a finales de la semana pasada encuestas, para medir la intención de los votantes santiaguenses, de cara al 16 de mayo y que en todas aparece el actual síndico, José Enrique Sued, con más de un 60 por ciento en el peor de los casos, lo que hace prever que le ganaría tanto a Izquierdo como a Pérez.
En lo referente a la senaduría, esos resultados ubican a Domínguez Brito cerca de un 50 por ciento, aunque no está establecido quién será el candidato que escogerá el Partido Revolucionario Dominicano, al que dentro de la alianza corresponderá dicha nominación.
Empero, en las últimas horas se han reducido a dos los posibles designados: José Rafael Abinader y Héctor (Papín) Domínguez. El primero fue senador en el período 1998-2002 y pocas cosas en beneficio de esta provincia hizo desde esa curul, además de que se ha desligado de los organismos dirigenciales y de base del PRD.
Papín Domínguez, de su lado, fue electo candidato a síndico y aceptó entregarla para facilitar la alianza, por lo que se considera que podría ser compensado al otorgársele la candidatura a senador.
Por haber sido electo como candidato a síndico, a Papín Domínguez se le reconoce una buena aceptación en los distintos estamentos perredeístas locales, por lo que se le haría mucho más fácil lograr que la militancia de ese partido se movilice en torno a su candidatura a senador, contrario con lo que acontecería con Abinader.