SANFRANCISCO DE MACORIS.- El comportamiento que han mantenido los grupos y clases gobernantes desde creada la República Dominicana contradice los principios enarbolados por Juan Pablo Duarte afirmó el Consejo Regional de Desarrollo que preside Monseñor Jesús María de Jesús Moya. El Consejo Regional de Desarrollo (CRD), dijo que la dilapidación del erario publico, la falta de visión y la negativa al cambio que ha primado en los grupos y clases gobernantes desde el Estado independiente que surgió en 1844, ha sido la cosecha que hemos tenido de la mala semilla sembrada por la falta de práctica de los principios Duartianos.
La entidad que encabezan Monseñor Jesús Maria de Jesús Moya, Ysócrates Andrés Peña Reyes, Abraham Abukarma, José Aníbal García, Jaime Marizán, Negro Alba, Carlos Guzmán, Juan González, Sixto Sánchez y Ramón Ureña Torres, sostuvo que dado el estado de degeneración moral y la crisis de valores que nos avasalla, hay que hacer primar en el ámbito de los estamentos del Estado la vocación de bien y real amor por la patria por el que luchó Juan Pablo Duarte y los Trinitarios.
Expresó que debemos aceptar que nuestra principal desgracia ha sido haber tenido una clase gobernante que se dejó convertir en la contraposición radical del ideal Duartiano, al romper con los principios esenciales del mismo en torno a que nuestra nación además de ser independiente, no podía ser parte integra de patrimonio de familia o de ninguna persona.
Consideró muy lamentable que mientras Duarte nunca dejó de recordar a Dios en primer término como lo consignó en el juramento trinitario y así como el lema de la República "Dios, Patria y Libertad", otra ha sido la conducta que ha primado en la alta dirigencia de los partidos y la mayoría de gobernantes, lo que ha contribuido a conducirnos por un camino penoso e infecundo.
Indicó que para lograr combatir eficazmente esos males urgimos propulsar una profunda y eficaz renovación de nuestros liderazgos y de nuestras entidades políticas teniendo por soporte la integridad moral indoblegable y el nacionalismo vertical que engendró los principios e ideales de Duarte.
Expuso que sólo proponiéndonos un cambio de mentalidad en nuestros partidos y de la formación de nuevos lideres sustentados en los tan puros y nobles ideales por los que luchó el patricio, lograremos la real libertad, soberanía e independencia que requerimos para alcanzar un auténtico progreso y desarrollo humano.
El organismo de desarrollo que agrupa las provincias del Nordeste y el Cibao Central concluyó expresando, que para llevar nuestra nación por mejores senderos cabe en esta etapa de nuestra vida Republicana reflexionar en torno al vehemente llamado que hizo Juan Pablo Duarte para que trabajemos por y para la patria, que es trabajar para el futuro de nuestros hijos y para nosotros mismos.