Lo sucedido en las primarias del PLD ha puesto en entredicho la imagen de partido moderno y “tecnológico” de que se ha hecho acompañar por años. Las estadísticas de participación ciudadana dicen que 80% de los miembros de esa organización no supieron votar, incluyendo a los llamados intelectuales del partido.
Dicen que los verdaderos votantes fueron unos “facilitadores” quienes puncharon por los votantes, trucando su intención y seleccionando principalmente a aquellos que previamente habían sobornado a los “faciltadores”.
Que al presentarse ante la máquina-urna a los Peledeistas se les reflejaba el pavor en el rostro y que al terminar se precipitaban fuera del recinto aliviados de salir del trance.
De repente se encontraron frente a la realidad, incompetentes para dominar un teclado decimal y una simple opción dicotòmica, entendieron bruscamente su ignorancia, la terrible verdad de que no son tan modernos como han creido; que su imagen de avanzados y “tecnológicos” partía de fundamentos absolutamente falsos y colapsaba ante los hechos.
80% no pudieron votar por sí mismos; incluyendo la masa de supuestos intelectuales. La elección directa (voto por si mismo) se convirtió ipso facto en elección indirecta (otros votan por ti) y ese es el segundo gran fiasco de estas primarias Peledeístas; las más desastrosas y fraudulentas realizadas por cualquier partido en la capital de la República.
Si este sistema se hubiese aplicado en todo el país, seguramente hoy, el PLD ya las habría anulado y estaría preparando una sustituta o muchas complementarias.
Impacta el cinismo de la cúpula Peledeista que tras este deslumbrante fracaso se atrevió a decir, “que estaban en la vanguardia de la tecnología electoral”. No contaron con que un testigo; PARTICIPACIÓN CIUDADANA, relataría los eventos como sucedieron, el tollo que esto representó.
La imagen de que los peledestas son hombres de este tiempo; que dominan las computadoras y con ello promueven la modernidad, está hecha trizas; queda claro que en ese partido el analfabetismo digital hace olas, que es superior al 80 %.
En lo malo también hay cosas buenas; gracias a dios para ellos que la urna usada fue una con teclado de teléfono y no un desktop o laptop.