Rockville, MD–(HISPANIC PR WIRE)–La ingestión de suplementos dietéticos que contienen ácidos grasos omega-3, o el consumo regular de pescado, no parecen reducir el riesgo de padecer de cáncer, según los resultados de un análisis exhaustivo de estudios de población en gran escala, tanto en los Estados Unidos como en otros seis países.
Los resultados de dicho análisis, que contó con el apoyo de la agencia federal Agency for Healthcare Research and Quality (AHRQ por sus siglas en inglés), y la Oficina de Dietary Supplements del National Institutes of Health (Oficina de Suplementos Dietéticos de los Institutos Nacionales de Salud [ODS, en inglés]) — ambas entidades parte del Departamento Federal de Salud y Servicios Humanos (HHS) — aparecen en el número de la revista Journal of the American Medical Association correspondiente al 25 de enero del 2006.
Aunque algunas fuentes de investigación han indicado que quienes consumen dietas con alto contenido de ácidos grasos omega-3 muestran menor propensión de padecer algunos tipos de cáncer, los investigadores del Southern California Evidence-based Practice Center in Santa Monica (Centro de Práctica Basada en Evidencias del Sur de California en Santa Mónica, con el apoyo de la AHRQ) hallaron escasas evidencias de que los ácidos grasos omega-3 reduzcan la posibilidad de la aparición de ninguno de los 11 tipos diferentes de cáncer.
Los científicos analizaron hallazgos provenientes de una amplia gama de literatura que abarcó numerosos grupos poblacionales de numerosos países, con características demográficas diferentes, en cuanto a los efectos de los ácidos grasos omega-3 en los 11 tipos diversos de cáncer: de seno, colorrectal, prostático, ovárico, pulmonar, pancreático, estomacal, de la piel y la vejiga, así como el cáncer aerodigestivo y el linfoma.
Asimismo, los investigadores evaluaron la literatura científica existente con respecto a los posibles efectos de ácidos grasos omega-3 en el tratamiento del cáncer, pero no detectaron asociación significativa alguna entre los ácidos grasos omega-3 y los resultados clínicos posteriores a la cirugía tumoral.
“Estos hallazgos contribuirán a que los profesionales de los cuidados de salud y el público comprendan lo que demuestra la ciencia en lo tocante a los efectos de los ácidos grasos omega-3 sobre los riesgos de contraer cáncer”, expresó la Dra. Carolyn M. Clancy, M.D., Directora de la AHRQ. “Esta información les ayudará a tomar decisiones informadas y basadas en evidencias concernientes a su salud y a los cuidados de la misma”.
La Dra. Clancy añadió que el nuevo estudio forma parte de un proyecto más extenso, patrocinado por AHRQ y la Office of Dietary Supplements, que revisó evidencias científicas en lo tocante a los beneficios de salud de los ácidos grasos omega-3, descubriendo que está demostrado que la ingestión de esos suplementos o el consumo de pescado contribuyen a la protección contra enfermedades cardíacas.
“La ODS sigue valorando el papel de las revisiones sistemáticas de la literatura científica referente a los alimentos y suplementos dietéticos”, aseguró el Dr. Paul M. Coates, Ph.D., su director.
“Hemos patrocinado una serie de revisiones en torno al rol potencial de los ácidos grasos omega-3 en la prevención de una gran variedad de trastornos de salud. En este caso, existen insuficientes evidencias que respalden el efecto preventivo de los ácidos grasos omega-3 con respecto al cáncer. Sin embargo, estos hallazgos deben servir como una señal importante de la necesidad de estudios preclínicos y clínicos vigorosos y bien diseñados en este campo”.
Después de analizar datos procedentes de estudios de prospección realizados en los Estados Unidos y otros seis países—Noruega, Suecia, Dinamarca, Holanda, Japón y China—donde participaron más de 700,000 pacientes, y que en algunos casos se extendieron hasta por 30 años, los investigadores no encontraron evidencia alguna de que los ácidos grasos omega-3 reducen los riesgos generales de padecimiento de cáncer.
Cincuenta y cinco de los sesenta y cinco análisis realizados no revelaron efecto alguno, mientras que sólo diez estudios proporcionaron resultados estadísticamente significativos, pero no absolutos ni definitorios.
Los ácidos grasos omega-3 incrementaron aparentemente el riesgo de padecer de ciertos tipos de cáncer, particularmente los de seno, próstata y pulmonar; mientras que redujo supuestamente los riesgos en otras variantes de la enfermedad.
No obstante, no hay datos suficientes para determinar con certeza la posibilidad de una asociación entre el consumo de ácidos grasos omega-3 y la incidencia de cáncer, de acuerdo a la Dra. Catherine H. MacLean, M.D., Ph.D., de RAND Health, que estuvo al frente de la revisión sistemática. RAND Health forma parte del Southern California Evidence-based Practice Center.
La Dra. MacLean también destacó que, si bien ciertos estudios indican que los ácidos grasos omega-3 pudieran desempeñar un papel en la inhibición del crecimiento tumoral en animales de laboratorio, no es posible llegar a conclusiones sustanciales debido a la calidad de dichas investigaciones.
Para más detalles, ver “Effects of Omega-3 Fatty Acids on Cancer Risk: A Systematic Review” (“Efectos de los ácidos grasos omega-3 en el riesgo de padecer de cáncer: Una revisión sistemática) publicado en el número de la revista Journal of the American Medical Association correspondiente al 25 de enero del 2006.
Otros informes de la serie evaluaron los efectos de los ácidos grasos omega-3 en resultados cardiovasculares, de salud infantil y materna, funciones cognitivas, asma y trasplantes de órganos. Todos los informes están disponibles en el sitio Web http://www.ahrq.gov/clinic/epcix.htm.
El estudio forma parte de un proyecto más extenso, patrocinado por la AHRQ y la Office of Dietary Supplements, que revisó evidencias científicas en lo tocante a los beneficios de salud de los ácidos grasos omega-3