TEHERÁN.- Unas horas después de que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Alemania y la Unión Europea decidieran llevar la crisis nuclear iraní al Consejo de Seguridad de la ONU, Ali Larijani, secretario del Consejo Nacional Supremo de Seguridad, ha considerado que esta decisión supone "el fin de la diplomacia".
Los ministros han acordado que la reunión extraordinaria del OIEA de esta semana debería presentar un informe al Consejo de Seguridad sobre el programa nuclear iraní, según un comunicado conjunto emitido tras la reunión de cuatro horas que mantuvieron en Londres los ministros de Exteriores de los seis países y el alto representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana.
Según el acuerdo, el Consejo de Seguridad debería esperar al informe que presente en marzo el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Mohamed el Baradei, antes de decidir qué acciones podrían llevarse a cabo. El Consejo de Seguridad podría imponer sanciones a Teherán, pero son muchos los pasos que habría que dar antes de llegar a este punto.
La declaración de Lariyani aparece poco después de que el vicepresidente iraní, Gholamreza Aghazade, considerara que los miembros permanentes del consejo "no disponen de bases legales" para llevar a Irán ante la ONU.
A juicio de Lariyani, Irán quiere seguir con la vía diplomática, cree que la puerta del diálogo todavía esta abierta, y considera que los europeos "no deben apresurarse" a llevar a la República Islámica ante las Naciones Unidas.
Teherán ha advertido en varias ocasiones que dejará de colaborar con el OIEA si el caso nuclear iraní es llevado al Consejo de Seguridad.
Sin embargo, los cinco miembros permanentes de este órgano de la ONU, Alemania y la UE apostaron esta madrugada por esta estrategia porque "comparten graves preocupaciones" sobre el programa nuclear, según explicó el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, anfitrión del encuentro.
Los ministros reunidos en Londres, entre los que figuraba la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, coincidieron en que "se requiere la extensión de un periodo para que Irán cimente una confianza" con la comunidad internacional.
Para alcanzar ese objetivo, instaron al país asiático a "restaurar completamente la suspensión de la actividad relacionada con el enriquecimiento de uranio", explicó Straw. Asimismo, las potencias confirmaron "su disposición a continuar trabajando para lograr una solución diplomática al problema de Irán".